DISCOS
“Lo que importa de ‘Fitografía’ es la música que contiene, aquella en la que su autor se desborda”
Fito & Fitipaldis
“Fitografía”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
Guau, esto es una celebración a lo grande. Para celebrar el vigésimo aniversario de Fito y los Fitipaldis se ha puesto a la venta una versión económica de “Fitografía” con un par de cedés bien resultones, pero la caja es el plato fuerte, con tres cedés y dos deuvedés más libro en tapa dura, ¡y con posavasos de regalo! Lo de los posavasos es un detalle divertido, la verdad; lo bueno es el resto, obviamente. El libro, trabajado e impreso con calidad, recoge fotografías y testimonios de personas cercanas a Fito, entre los que destaca el de Rulo, quien consigue dar una visión bastante completa del bilbaíno en lo personal. Lo cierto es que dentro del mundo musical resulta imposible encontrarte a nadie que hable mal de Fito, por algo será. Su cercanía y calidad humana han quedado ya patente en sus canciones, que, por otra parte, siempre han destilado autenticidad y trazas de corazón.
Lo que importa de “Fitografía” es la música que contiene, aquella en la que su autor se desborda. Habrá quien diga que las canciones de Fito se mueven siempre en parámetros similares, y es verdad que su rock and roll (en ocasiones más mestizo de lo que parece) posee rasgos muy definitorios, pero eso es parte de su encanto y tan válido es utilizar tus ingredientes tradicionales como buscar y experimentar. Cuando uno pone discos en casa, o en el coche o en el Ipad, a la escucha de “Low” le puede seguir la de “Back in black” sin problema, ¿o no? Se puede pasar de Glenn Branca a Tom Jones, ¿correcto? Y no pasa nada. La cuestión es que a Fito siempre le ha bastado con sus mimbres -que insistamos de nuevo, contienen hebras más variadas de lo que parece a simple vista-, para capturar esas canciones mediante las que ha conseguido conectar con miles de personas y que aquí se encuentran felizmente recopiladas en dos cedés. No están todas, al fin y al cabo es una selección, pero sí son todas las que son: la inédita ‘Entre dos mares’ más todos los clásicos esperados como, desde los más recientes (‘Lo que sobra de mí’, ‘Por la boca vive el pez’, ‘Viene y va’) hasta los más antiguos (‘Trozos de cristal’, ‘La casa por el tejado’, ‘Soldadito marinero’). El tercero de los es una selección de colaboraciones y canciones destinadas a discos homenaje, y Fito se ha repartido muchísimo a lo largo de todos estos años. Destacan ‘Baile de ilusiones’ con Ariel Rot, ‘La negra flor’ de Radio Futura y ‘Callejón sin salida’ de Barricada.
En el apartado audiovisual cuenta con un deuvedé que incluye una entrevista de hora y pico que le realiza Iñaki López, con bastante complicidad y muy buen conocimiento musical por parte del periodista (Iñaki es de verdad, no hay pose) y otro disco más dedicado a todos los videoclips, no siempre adecuados pero mejorando según van pasando los años. Sin duda, el colofón adecuado para la caja, que aumenta su valor y poder documental.
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Anterior crítica de discos: “Salvavidas de hielo”, de Jorge Drexler.
