LIBROS
“El libro es apasionante porque asombra el talento del autor para oler lo que va a tener carrera”
Jesús Ordovás
“Fiebre de vivir”
EFE EME
Texto: CÉSAR PRIETO.
Afortunadamente prolífico en los últimos tiempos, Jesús Ordovás vuelve a ofrecernos un buen pedazo de sus andanzas en este jugoso volumen en que la revisión de una época se toma como reedición y como recuerdo. Lo que ha vivido este hombre, lo que ha conocido de primera mano, es esencial para fijar una historia de nuestro pop, de nuestra cultura, y no es de recibo que únicamente lo vaya soltando en alguna entrevista o en algún mail que le enviamos con determinada consulta. Así que bienvenido este libro y muchos otros más.
En esta ocasión el volumen, con remedo de Umberto Eco en el subtítulo y guiño a Moris en el título, procura reivindicar nuestros años setenta, esa época de continuos bandazos estéticos, productiva en cuanto a grupos de rock pero sin apenas manifestaciones en vinilos que simplemente no se grababan o no reflejaban lo que era el grupo en realidad. Para ello, reedita y coloca como última parte del volumen un manual que apareció en 1977 bajo un ilustrativo título: “De qué va el rrollo”. Ubicado en una colección que aspiraba a llevar al gran público los entresijos de nuevos movimientos juveniles, el librito en cuestión era denso a pesar de su escaso metraje. Repasaba la cultura juvenil durante el franquismo, se trasladaba a las costas de California para pintar el rock ácido que tan bien conocía y hacía recuento de la escena progresiva: grupos, sellos, festivales… Y había proclamas políticas en una época en que lo ácrata no estaba aún cercenado.
La primera parte de «Fiebre de vivir» es una pequeña historia de la música española desde finales de los años sesenta, en los que todo es soul, hasta los grupos de rock con raíces hasta los años en los que se gestó la nueva ola, pasando por el sonido Torrelaguna y de nuevo el rollo. Todo ello aderezado de entrevistas que Ordovás guardaba en su archivo y que dan algunas claves de la pulsión musical de aquellos años. Y entre medias, una antología de sus artículos para la revista “Disco Express” que salpica de comentarios personales.
Tienen esos artículos otro interés: revelan cómo poco a poco van cambiando las cosas, en medio de la fiesta progresiva, las reseñas de Burning o del libro de Eduardo Haro sobre el gay rock apuntan directamente a que las coordenadas de finales de los años setenta van a ser otras; aunque claro, esto únicamente se pudo comprobar a posteriori. Y de golpe, un par de años después, aparecen The Clash.
A pesar de que se echa en falta el estilo peculiar de Ordovás –impaciente, de bruscos volantazos— y que aquí apuesta por un tono más neutro, «Fiebre de vivir» es apasionante porque asombra el talento del autor para oler lo que va a tener carrera. Lo demuestra una entrevista a unos incipientes Triana en el local de ensayo. En definitiva, desde varios y lúcidos puntos de vista, una reivindicación de lo que supuso esa década a veces olvidada que concluye con una visionaria sentencia: “Esto no hay quien lo pare. Y estamos solo en el 77”.
—Fiebre de vivir está a la venta en librerías o en La Tienda de Efe Eme.
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Anterior crítica de libros: “Bailarás cometas bajo el mar”, de Xoel López.
