Las pruebas toxicológicas de la autopisia de Prince han revelado que murió por una sobresodosis accidental autoadministrada de fentanilo, un potente opiáceo sintético. Fue en los años sesenta cuando empezó a utilizarse en analgesia y anestesia. El fentanilo es entre 25 y 30 veces más potente que la heroína y unas 77 veces más potente que la morfina. En los últimos años se ha convertido en un grave problema en Estados Unidos, al haber aumentado su consumo, tanto legal como ilegal, lo que ha provocado la muerte de numerosas personas. Con un efecto analgésico y eufórico, el fentanillo es utilizado como sustituto de la heroína, llegando algunos adictos a mezclarlo con esta.