Jimmy Page, el legendario guitarrista de Led Zeppelin –y se supone que del «Black is black» de Los Bravos–, alcanza hoy la edad de la jubilación: 65 años. Aunque parece lejana la fecha en la que abandone las armas, este es un buen día para rendirle este breve homenaje.
Texto: JUANJO ORDÁS.
Page, Page, Page. ¿El mejor guitarrista del mundo? Quizá. En la memoria colectiva se encuentran riffs y canciones nacidas de las manos, mente y corazón del otrora místico y misterioso caballero, hoy transformado por el toque del tiempo en una respetada leyenda de pelo canoso. Lejos quedan los tiempos en los que la música, las mujeres y el ocultismo parecían completar su existencia vital.
El mundo jamás tendrá el tiempo suficiente para agradecer a Jimmy Page su descomunal talento, la invención de la figura de héroe de la guitarra y su falta de complejos. Sí, porque precisamente una de las ventajas del inglés sobre otras leyendas fue su mirada visionaria, su infatigable trotar tras una nueva idea, tras un nuevo concepto, tras una nueva canción. Sabedor de sus dotes, siempre supo contenerse cuando era necesario, siempre tenía un descomunal arreglo en la manga o sencillamente un solo de guitarra más allá del virtuosismo, más allá de las estrellas.
Jugando con el reggae («D’yer maker»), escalando la montaña del blues («Since I’ve been loving you»), fusilando rock clásico («Rock and roll») o inventando el rock progresivo («Achilles last stand»), Page siempre ha sido único en su género y valentía. Quizá la magna obra de Led Zeppelin haya impedido al público divisar horizontes creativos en su carrera, pero justo es reconocer que algunas de sus obras posteriores, como Outrider, no estaban nada mal.
Aletargado tras la carrera de Led Zeppelin, la intermitencia creativa del músico ha sido una constante. Regalándose en medidos tiempos, quizá sus proyectos junto a figuras de renombre como David Coverdale o Paul Rodgers distaran varios kilómetros de su cima creativa, pero esos Unledded y Walking into Clarksdale junto a Robert Plant que presentaron a dúo en los 90 nos hicieron recordar que quién tuvo retuvo. Y cómo retuvo que fue un disco en vivo el que demostro al mundo que el rock seguía ardiendo en el alma de Jimmy Page. Live at The Greek se editó en recogiendo una actuación del pequeño tour en el que Jimmy Page se integró como guitarrista principal en los Black Crowes de los hermanos Chris y Rich Robinson para repasar el cancionero Zeppelin con gloria.
A día de hoy parece lejos de la jubilación, ocupándose de la posible reanimación del grupo que le dio la fama mundial, y es que el aislado concierto de reunión que aconteció en 2007 parece haber aumentado el hambre escénico del guitarrista. Mientras tanto Robert Plant se niega a girar bajo el nombre de la leyenda y Page y John Paul Jones amenzan con buscar otro vocalista para tan ambicioso tour.
¿Verán los próximos años de nuevo a Page hipnotizando multitudes mediante su inimitable estilo? Quizá, aunque hoy lo que acontece es celebrar el cumpleaños de una figura legendaria cuya música es patrimonio de la humanidad.
Felices 65 años, Jimmy.