DISCOS
«Los Mambo Jambo vuelven a citarse con la calidad, la honestidad y el virtuosismo»
Los Mambo Jambo
Exotic rendezvous
BUENRITMO, 2021
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Quinto disco ya de la banda de Dani Nel·lo, Dani Baraldés, Ivan Kovacevic y Anton Jarl. Y seguimos buscando algún pero que ponerles. El problema es que, esta vez, tampoco vamos a encontrarlo. Porque Los Mambo Jambo vuelven a citarse, esta vez de manera exótica (ustedes ya perdonarán lo flojo del chiste), con la calidad, la honestidad y el virtuosismo, en un álbum donde siguen explorando nuevas sonoridades, aportando siempre algo más a su ya de por sí golosa carrera.
El escritor Carlos Zanón firma su nota de prensa y en ella asegura que ha detectado en Los Mambo Jambo tres problemas, que él desarrolla en un texto que les recomiendo encarecidamente y en el que me voy a basar para repasar este Exotic rendezvous. Primero dice que son únicos. ¿Cómo no estar de acuerdo? Solo ellos pueden marcarse piezas como “Contra las cuerdas”, “¡Viva sapo!” o “Dr. Serpiente”. Como dice Zanón, hay que asumir que no hay otros como ellos. Pero es que tampoco los queremos. Los Mambo Jambo son patrimonio de nuestra música, y temas como “Dizzy”, por ende, también.
Sigue el escritor asegurando que otro problema es enjaular a la bestia del directo en una grabación, y que este es un problema irresoluble. Puede ser, amigo Carlos, pero ya hace tiempo que Los Mambo Jambo han sabido separar su directo, en el que explosionan, de sus discos. Y, llevándote algo la contraria, las producciones de sus álbumes, y Exotic rendezvous no es una excepción, se acercan a ello. En cuanto al tercer problema, nuestro inesperado guía cita el propio carácter de la música instrumental, probablemente más difícil para el público en general. Aquí vuelvo a ponerme como ejemplo. A mí, por norma, no me gusta la música instrumental y me chiflan Los Mambo Jambo. ¿La razón? Que sus instrumentos hablan —escuchen por ejemplo “Cola de caimán”—, y que el saxo de Nel·lo hace que nos olvidemos en la mayoría de ocasiones de que no hay voz, al menos como la entendemos tradicionalmente. Así que, si realmente no hay problemas, ¿por qué no pinchar de nuevo Exotic rendezvous y volver a pasarlo en grande?
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Anterior crítica de discos: El cielo es el límite, de Fernando Martín & The Southern Comfort Band.
