Estrenamos el nuevo single de Bauer junto a Conchita, “Aún hay fuego”

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Bauer continúan dando pistas de su próximo álbum, Si hubiéramos sido más valientes, que verá la luz esta primavera. El nuevo single, “Aún hay fuego”, junto a Conchita, lo estrenamos hoy en exclusiva en Efe Eme.

 

Texto: EFE EME

 

Se acerca el nuevo disco de Bauer, Si hubiéramos sido más valientes, el cuarto de una carrera sólida y certera por las lindes del pop rock alternativo, que nació hace más de una década. Tras la publicación de un primer single con el que ir preparando el terreno, “El comienzo del final”, llega ahora un segundo adelanto que estrenamos hoy en exclusiva en Efe Eme, “Aún hay fuego”. Una canción que se asienta en una base potente y contundente propia del carácter de la banda, pero que coquetea con destellos electrónicos dotándola de una atmósfera vibrante y sugerente al mismo tiempo.

Una canción que habla de las llamas que siguen vivas, incluso cuando algo parece haber terminado; esas cenizas que pueden volver a prender la mecha, motivadas por los recuerdos que todavía arden y que reaparecen en el momento más insospechado. Un puñado de reflexiones emocionales e impronta rock esta “Aún hay fuego”, para la que han contado con la colaboración de la cantante y compositora Conchita, que aporta una vuelta de tuerca más a la sensibilidad que ya de por sí transmite el tema: «Inicialmente le propusimos a Conchita colaborar en otra canción, que incluso llegó a grabar. Pero cuando escuchó “Aún hay fuego” nos dijo que le encantaba y que le encantaría grabar esta. Así que cambiamos los planes… y fue un acierto total», declaran Bauer.

«El estribillo de esta canción fue de las primeras cosas que compusimos para este disco, y desde el principio nos encantó porque es superpegadizo. Pero la estrofa no terminaba de convencernos, así que la trabajamos con Pablo Cebrián hasta darle un aire nuevo. No podemos estar más satisfechos con el resultado», continúa explicando la banda.

“Aún hay fuego” llega acompañado de un videoclip que se rodó en Halley Music Hub, el mismo estudio donde han grabado el disco: «Justo donde aparecemos tocando es donde se grabaron, por ejemplo, las baterías del álbum. Los instrumentos que se ven colgados en las paredes no son decorados, son reales, y muchos de ellos se usaron en la grabación», añaden. «En el videoclip aparece Gabriel tomando un sorbo de vino. Al principio, Abel y Lucas también lo hacían, pero esos planos se quitaron al final. Como era un plano secuencia, tuvimos que repetir varias veces la escena… y el vino, que ya llevaba tiempo abierto, empezó a subirnos a la cabeza. ¡Ni siquiera estaba bueno!», concluyen con una sonrisa.

Una historia visual que acompaña a la perfección a esta canción de contrastes, en la que la que la delicadeza de las melodías se funde con la fuerza de las guitarras. Un juego de equilibrios entre lo etéreo y lo enérgico en el que todos los estados ganan la partida.

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