LIBROS
«Una serie de artículos que analizan su cine y ponen en juego los tres elementos más definitorios: la censura, la homosexualidad y la política»
Varios autores
Eloy de la Iglesia. El placer oculto del cine español
EDITORIAL DOS BIGOTES, 2024
Texto: CÉSAR PRIETO.
Uno tiene la sutil —solo sutil— impresión de que Eloy de la Iglesia ni fue entendido en su tiempo ni es entendido ahora. Su cine político y de denuncia social fue repudiado por el estamento cinematográfico por demasiado obvio y falto de sugerencias, y tampoco ayudaron su homosexualidad y su afiliación al Partido Comunista a hacerse querido, en un tiempo en el que una y otra cosa se consideraban aceptadas, pero estigmatizadas a la vez. Estuvo descolocado —pese a sus éxitos de taquilla— y lo está ahora, en que tampoco se sabe muy bien qué hacer con él.
Pero siempre hay reductos de defensores de lo que la sociedad y el establishment cultural no defiende, y en este caso son la editorial Dos Bigotes y Carlos Barea, que se encarga de la edición del libro, quienes han dado a la luz un volumen en el que De la Iglesia emerge rescatado de las acusaciones de banalidad que se le han colgado como etiqueta. Es el mismo Barea quien abre la serie de artículos —la mayoría encargados a prestigiosos profesores universitarios— que analizan su cine, y pone en juego los tres elementos más definitorios: la censura, la homosexualidad y la política.
A partir de este momento, se van desgranando diversos factores en estos once capítulos y aparecen destellos de interpretaciones luminosas. Violeta Kovacsics revela las fisuras de la sociedad que denuncia y que el director es seco, pero impactante, en su gusto por un desnudo casi griego. Eduardo Bravo analiza el cine quinqui y lo entiende como una fractura en el sistema político en el que De la Iglesia toma partido por los jóvenes.
Y así, poco a poco, van enfocando los autores diversos aspectos de su producción, que Nicolas Grijalba divide en dos etapas. Una primera de cine de género, enigmático y oscuro, y otra de cine urbano y suburbial, que Diana Aller defiende que, sea como sea, está plagado de elegancia e imaginación. Aprovecha la activista madrileña para hacer un repaso de todas sus películas.
Después están las actrices y los actores. Juan Sánchez ofrece una ficha de todas las mujeres de sus películas: las veteranas, las vedettes, las modernas…, mujeres activas y complejas que trataban temas candentes en la época, como el aborto. También hay un artículo para los hombres y para el mundo gay.
Es difícil que Eloy de la Iglesia sea recuperado o revitalizado, pero algún libro de vez en cuando que mantenga viva su memoria es necesario, porque el director vasco hablo de los temas que preocupaban —preocupan— a los españoles, lo hizo abiertamente y con oficio hasta que llegó el silencio. El silencio que es también otra forma de protesta.
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