“No querían ser Tom Petty ni sonar como él, sino adaptar con estilo propio lo que aprendieron del rubio de Florida”
Madrid acogió este jueves un nutrido homenaje a Tom Petty, en el que participaron desde Mikel Erentxun hasta Lichis, pasando por Rubén Pozo, M Clan, Alejo Stivel, Rebeca Jiménez, Txetxu Altube, Los Secretos o Josu García. Allí acudió Carlos H. Vázquez.
Texto CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos PATRICIA J. GARCINUÑO.
Todo fue americano menos la puntualidad. Es verdad que, en España, los conciertos empiezan más tarde de la hora anunciada en los carteles y entradas. En general, esta demora suele ser de media hora. La sala But (Madrid) debía abrir puertas a las 20h y el inicio del show se retrasó hasta las nueve y media pasadas, cuando Carlos Vudú y El Clan Jukebox salieron a tocar ‘Listen to her heart’. Se presentaran como la banda base que iba a interpretar el repertorio con los invitados de este tributo titulado ‘Last dance with Tom Petty’, un homenaje al músico fallecido el 2 de octubre de 2017.
Después, una más: ‘American girl’, y la participación de Joaquín Talismán para hacer ‘Jammin’ me’ entre el inglés y el castellano. El pobre de Joaquín, por cierto, no pudo ni saludar ni casi descolgarse la guitarra; nada más terminar la canción, alguien del staff lo agarraba del brazo para sacarlo del escenario. Parece que la única hora que iban a cumplir era la del final (23:30h).
Pero quitando la tradición del retraso, el apartado musical predominó por encima de todo. A destacar Nat Simons, sin duda, con ‘Learning to fly’. En un ambiente de fiesta su versión fue la más emotiva junto con la de Txetxu Altube (‘Crawding back to you’), pasada la mitad del repertorio de la noche. El motivo es que no querían ser Tom Petty ni sonar como él, sino adaptar con estilo propio lo que aprendieron del rubio de Florida.
La primera tanda de once temas iba a continuar con ‘The last DJ’ (El Santo), ‘Into the great wide open’ (Juanma Elegante) y ‘Asshole’ (Rubén Pozo). El recuerdo a los Traveling Wilburys iba a llegar con ‘Handle with care’ a cuatro voces: Carlos Vudú, Rubén Pozo, Lichis y Josu García, que continuó en el escenario para hacer ‘Feel a whole lot better’, la versión de The Byrds que Tom Petty grabó para ‘Full moon fever’ (MCA Records, 1989).
Rebeca Jiménez hizo de Steve Nicks en ‘Stop draggin’ my heart around’ con Carlos en la parte vocal de Petty en el dúo. Una bonita ejecución que terminó despidiéndose de la luna con Burning (Johnny Cifuentes y Nico Álvarez), frenéticos en ‘I need to know’. Fueron la sal para esta ensalada de versiones donde, a ratos, se echaba en falta un tanto de potencia (poner el volumen de las guitarras más alto que la voz no es rock and roll). Hasta aquí, el final del primer acto.
Los Secretos se ocuparon del entreacto cantando ‘Even the losers’ (Álvaro Urquijo la grabó para el disco tributo que Free Pop Records publicó en 2005) y Mikel Erentxun, con Fernando Macaya, acertaron con ‘All right for now’, acústica, tranquila… ideal para descansar un rato de electricidad sin perder el hilo. La banda volvía a salir ante el público (agotadas todas las localidades), esta vez con Txetxu Altube.
Carlos Tarque, uno de los “culpables” del sarao, quiso mantener la cadencia del compañero Txetxu cantando ‘You don’t know how it feels’, entre la acústica y la eléctrica. ‘I won’t back down’ iba a tener a Tarque como autor de la interpretación, pero esta vez con Ricardo Ruipérez, la otra parte de M Clan (anunciaron su separación momentánea hace unas semanas). Ruipérez también tiene responsabilidad sobre la reunión de amigos y músicos que anoche llenaron la sala But de Madrid.
Burning eran sal, porque el rock de los 70 y 80 tiene sabor curado, como Alejo Stivel (curioso el mensaje de su camiseta: Help wanted). El que fuera vocalista de Tequila se unió al guitarrista Julián Kanevsky en ‘Refugee’, como preámbulo a la sorpresa —internacional— de la gala: Matthew Caws (Nada Surf), que resolvió ‘The waiting’ con mucha dignidad. El invitado inesperado que lleva vino y cubitos de hielo a la fiesta.
Nina, de Morgan, cumplió con lo esperado: emoción. Incluso le temblaba la mano. Llegaba, y no le hacía falta saltar o adoptar una pose de rock y cuero. ¿Para qué? El rock está pasado de moda.
Para el cierre, Los Zigarros cogieron el relevo de Carlos Vudú y El Clan Jukebox: ‘Saving grace’, ‘Mary Jane’s last dance’, ‘Running down a dream’ (con Mikel Erentxun) y ‘You wreck me’ (con Carlos Tarque) fueron las canciones que Ovidi y Álvaro Tormo dieron como propina para pagar una noche con un postre desafortunado: el karaoke de ‘Free fallin´’ —simplemente pincharon la canción original de Tom Petty— mientras los invitados se despedían. Inexplicable.
Pudo haber sido mejor, la verdad, pero el trabajo a contrarreloj no ofrece tantas opciones de acierto. No obstante, alguien pudo escuchar una de sus canciones favoritas a través de su artista preferido, y eso siempre es de agradecer.