Marcelo Champanier (Buenos Aires, 1973), que desde hace unos años es habitual de la escena rockera madrileña, con esfuerzo publicó en 2003 su disco de debut, el prometedor El club del aguante (Factoría Autor). Ahora, cuatro años después, Marcelo tiene preparado el segundo (que amablemente nos ha enviado para que lo escucháramos), Buenas intenciones, álbum en el que se le aprecia más fajado: ha evolucionado notablemente como compositor e intérprete, siempre en esa línea del clásico rock argentino que puede recordar en algunos momentos a Andrés Calamaro, pero es que la influencia de Andrés sobrevuela inevitablemente en estos momentos casi toda la música en español, como en otros tiempos, e incluso hoy, la influencia de Dylan o Beatles fue inevitable en todo el rock mundial, lo cual tampoco está nada mal.
Con estos argumentos se puede imaginar por dónde camina Champanier, pero si añadimos que Ariel Rot presta su guitarra en “Los laureles”, no quedarán dudas de dónde ubicarlo: un músico de rock que cuida letras y melodías, arreglos y producción (ésta del teclista Tito Dávila). Sin descuidar al grupo de instrumentistas, los lujosos, José “Niño” Bruno (batería), Candy Avello (bajo), Nico Nieto (guitarras), Luca Frasca (órgano) y Tito Dávila (piano y órgano).
Buenas intenciones lo haces tuyo a la segunda escucha, gracias en gran medida a la variedad rítmica y a algunas canciones que saben cómo atrapar al oyente: “Sólo tu amor”, “Difícil de olvidar”, “Ya sé que I’ve got you (under my skin)”, “Caballos blancos” y esas tres gemas que son “30 lunas de abril”, “Los laureles”, “Fantasmas de la noche” (ésta sobre las cientos de personas que salen cada noche a buscar en la basura en las calles de Buenos Aires).
Nos asegura Marcelo que va a intentar por todos los medios que el disco vea la luz cuanto antes. Confiemos que así sea. Mientras tanto, si quieres escuchar algunos cortes y ver cómo se grabó Buenas intenciones Puedes entrar en su web.