DISCOS
“Porque eso es lo que uno siente pinchando “El regreso”, alegría. Alegría por escuchar a un Andrés feliz, y alegría por reencontrarnos con algunas canciones que son parte de la historia reciente de muchos de nosotros”
Andrés Calamaro
“El regreso”
WARNER, 2005
Edición en vinilo: WARNER, 2016
Texto: JUAN PUCHADES.
Esta reseña se publicó originalmente en diciembre de 2005, en el número 74 de EFE EME. La recuperamos para tratar de reflejar el impacto que causó “El regreso” en esta redacción en el momento de su edición, siendo considerado, incluso, el mejor álbum de aquel año.
Aquí está de nuevo, avisando desde la portada que regresa. Es decir, se fue y ahora ha vuelto. La verdad es que se le echaba de menos, a él pero también a sus canciones. Andrés Calamaro parece que ha despertado de un largo sueño, se ha quitado las legañas de los ojos, se ha puesto las pilas y no ha hallado mejor fórmula para reencontrarse con el oficio de “cantante” que, envalentonado por Bersuit Vergarabat (la banda de apoyo y quienes por mediación de Gustavo Cordera obraron el milagro de que Andrés saliera de su encierro), subirse de nuevo a los escenarios. Primero fue en un festival multitudinario, luego durante tres noches en el Luna Park bonaerense, más tarde girando por España en un paseo triunfal.
El último de esos conciertos en el Luna Park es el que recoge “El regreso”, tomando el audio de una filmación televisiva (solo se ha añadido ‘Por una cabeza’, con Juanjo Domínguez, de uno de los shows anteriores). De ahí que no haya maquillaje y el sonido incorpore los constantes coros de la audiencia. Pero eso mismo, que en cualquier otro disco en directo detestaríamos, aquí añade emoción y contribuye a hacer de esta “grabación encontrada” El Disco de la Alegría. Porque eso es lo que uno siente pinchando “El regreso”, alegría. Alegría por escuchar a un Andrés feliz, y alegría por reencontrarnos con algunas canciones que son parte de la historia reciente de muchos de nosotros. Canciones que, en algunos casos, escuchamos aquí por vez primera en directo, con una Bersuit que maneja recursos sonoros variados y que se enfrenta al mejor cancionero que han tocado en su vida. Y con un Calamaro de voz sincera y emocionante. Pero que nadie se lleve a engaño, Andrés no es solo El Cantante (“el intérprete”), es uno de los mejores escritores de rock en castellano de todos los tiempos; para comprobarlo solo hay que escuchar los temas de su autoría aquí incluidos.
Se te echaba de menos, compadre.
–
Anterior crítica de discos: “Maniobra de resurrección”, de 091.