Apenas tres meses después de la muerte de Tom Petty, los homenajes en directo se suceden en nuestro país. Para sumarnos a ello, Carlos Pérez de Ziriza escoge una decena de las grandes canciones que nos dejó el jefe de los Heartbreakers.
Selección y texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Sevilla, Zaragoza, Granada… han sido varias las ciudades españolas que han rendido su particular homenaje en forma de tributo colectivo a Tom Petty, cuando no ha pasado ni medio año desde su fallecimiento. La próxima cita de este cariz, y también la más vistosa, es la de este jueves 25 de enero en la sala But de Madrid, con M Clan, Mikel Erentxun, Alejo Stivel, Los Secretos, Morgan, Josu García, Txetxu Altube o Los Zigarros, entre muchos más. Echamos la vista atrás y recuperamos diez canciones indispensables del rockero de Florida. Una más entre las muchas selecciones que podrían hacerse de su brillante repertorio.
1. ‘American girl’ (1976).
Imbatible riff de guitarra y estribillo rutilante sostienen su composición más emblemática, retorno al inagotable sueño americano que fue extraído de su álbum de debut, el homónimo “Tom Petty and The Heartbreakers” (Shelter Records, 1976). Influyente sobre cientos de bandas de power pop, jangle pop y hechuras nuevaoleras en años venideros. En una amarga muesca del destino, fue también la última canción que tuvo tiempo de acometer sobre un escenario, el 25 de septiembre de 2017, una semana antes de su fallecimiento.
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2. ‘Free fallin’’ (1989).
Aún pone la piel de gallina el vídeo en el que el abarrotado estadio de los Florida Gators entona ‘I won’t back down’, con mayor o mejor énfasis y fortuna. Ocurrió el 8 de octubre de 2017. También podría haber formado parte de este listado, pero hemos optado por elegir una de sus compañeras de remesa, ‘Free fallin’’ (“Full moon fever”, MCA, 1989). La historia de un joven —no cuesta mucho apreciar a su alter ego— que decide romper amarras con su Florida natal para marcharse a la costa Oeste a buscar fortuna, abandonando a esa chica adorable que está ‘loca por Elvis’. Se convirtió en una de las canciones señeras de su fase de madurez. La sombra de Elvis (junto a los Beatles, su mayor impulso a la hora de intentar ganarse la vida con el rock) sobrevuela sobre este relato rebosante de nostalgia. La cantó por Tom Cruise en el film “Jerry McGuire” (Cameron Crowe, 1996), ilustró una escena de la segunda temporada de la serie “Los Soprano” (John Patterson, 2000), se convirtió en una de las canciones favoritas de Lou Reed en el año de su edición e incluso pasaría a formar parte del videojuego “Lego Rock Band”. Otra conexión con el fútbol americano: fue abordada por Petty en el descanso de la Super Bowl de 2008, ante una audiencia de millones de personas.
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3. ‘Even the losers’ (1979).
La revancha del perdedor casi vocacional, expuesta en esta remembranza de sus años de instituto, apuntalada por el ardiente solo de guitarra de Mike Campbell. Uno de sus estribillos más certeros, de “Damn the torpedoes” (MCA, 1979).
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4. ‘Breakdown’ (1976).
Deudora de la cadencia del rythmn and blues pero con un contorno nocturno muy propio, fue el primer single de su debut homónimo, “Tom Petty and The Heartbreakers” (Shelter Records, 1976). De perfil sinuoso, Grace Jones la reinterpretó en “Warm leatherette” (Island Records, 1980).
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5. ‘Learning to fly’ (1991).
Uno de los mejores frutos de su alianza con Jeff Lynne, tan denostada por los puristas como bendecida por las listas de éxitos. Barniz contemporáneo para una de esas melodías reconocibles al momento, ejemplar modelo de clasicismo rock radio friendly. De “Into the great wide open” (MCA, 1991).
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6. ‘Don’t do me like that’ (1979).
Estuvo pensando seriamente en cedérsela a la J. Geils Band (ese piano y esa melodía jovial), pero finalmente optó por quedársela en el zurrón. Y fue un acierto, porque se convirtió en un éxito, su primera canción en ingresar al Top 10. Extraído del sobresaliente “Damn the torpedoes” (MCA, 1979).
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7. ‘You wreck me’ (1994).
Expeditivo e inapelable trallazo de rock and roll acerado, como los que facturaba a finales de los setenta, para certificar que el retorno al esencialismo que proponía “Wildflowers” (Warner Bros, 1994), junto al mago Rick Rubin, marcaba una de las mejores cotas de su carrera.
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8. ‘Refugee’ (1979).
Perdigonazo de rock and roll clásico pero insolente, despachado en pleno fragor del post punk y con el synth pop en ciernes. Algo así como una herejía, haciendo oídos sordos a los vientos de vanguardia. Es otro de los grandes himnos de su tercer álbum, “Damn the torpedoes” (MCA, 1979).
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9. ‘Mary Jane’s last dance’ (1993).
Se coló prácticamente de refilón en medio de un temario que ya bordeaba lo antológico, como tema teóricamente de relleno (aunque utilizado como señuelo en forma de single) en aquel multivendedor recopilatorio llamado “Greatest hits” (MCA, 1993), junto a una reverencial versión del ‘Something in the air’ de Thunderclap Newman. Fue un acierto. Pocas veces conjugó con mayor maestría los influjos de su amigo Bob Dylan (estrofas) y de la psicodelia de los sesenta (estribillo).
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10. ‘The waiting’ (1981).
Si hubiera que explicarle a cualquier neófito qué diantres es eso del jangle pop, esta canónica muestra, primer single del álbum “Hard promises” (Backstreet Records, 1981), vendría como anillo al dedo. Así de presente es la sombra de Roger McGuinn y sus Byrds.