
Foto de Lou Reed: DANNY NORTON (Wikipedia) / Foto de David Bowie: ADAM BIELAWSKI (Wikipedia).
«De los versos de “I’m waiting for the man”, canción emblemática del debut de Velvet Underground con Nico, se extraen numerosas analogías con la novela Última salida para Brooklyn»
Cómo la controvertida narrativa del escritor estadounidense Hubert Selby Jr. ejerció de inspiración en la obra de Lou Reed y David Bowie. Por Sara Morales.
Texto: SARA MORALES.
Foto de Lou Reed: DANNY NORTON (Wikipedia) / Foto de David Bowie: ADAM BIELAWSKI (Wikipedia).
La calle y sus adversidades. Los destrozos que ocasiona la crudeza urbana entre quienes pueblan la noche, alimentando los rincones más oscuros y depravados de la sociedad. Los peligros, y el aprendizaje que se extrae de ellos, convierten a quienes los viven de primera mano en héroes —o antihéroes, más bien— de una épica realista y cotidiana, quizá la más susceptible de convertirse en musa de infinidad de historias para la música, el cine y la literatura.
Le ocurrió al escritor y novelista Hubert Selby Jr que, con una vida y una trayectoria controvertidas de por sí, marcadas por su adicción al alcohol y a los opiáceos, hizo de su narrativa y verbo un lugar desde el que avistar los lugares más inhóspitos de la condición humana. Su tótem literario, Réquiem por un sueño (1978) —llevada al cine por Darren Aronofsky en el año 2000— y, sobre todo, su primera novela, Última salida para Brooklyn (1964), que fue acusada de obscena en Gran Bretaña y prohibida en Italia, hicieron de él el retratista perfecto de los subterráneos del alma y de la gran ciudad. Criticado por la gran masa, pero alabado por escritores consagrados como Allen Ginsberg o Anthony Burguess, ha terminado por ser considerado escritor de culto de las letras estadounidenses y referente para artistas de todas las disciplinas.
El mismo Lou Reed, devoto confeso de su obra, siempre manifestó que la fonética y la manera en que Selby marca los tonos y los diálogos de sus historias, fueron una gran influencia para él a la hora de sentarse a componer. De hecho, de los versos y las formas de “I’m waiting for the man”, canción emblemática del álbum de debut de Velvet Underground con Nico, publicado en 1967, se extraen numerosas analogías con los seis relatos que conforman Última salida para Brooklyn. En su novela, Selby pone el foco en las fatalidades a las que deben enfrentarse cada día los mendigos, drogadictos y demás pobladores de los bajos fondos, en el Brooklyn de finales de los años cincuenta. En su canción, Lou Reed se centra en el neoyorkino barrio de Harlem para poner sobre la mesa la venta y el consumo de heroína, como una rutina más.
Al otro lado del charco, cuando David Bowie escuchó por primera vez la canción de Reed, a quien admiraba —y quien terminaría convirtiéndose en amigo y colaborador a partir de aquellos encuentros en el restaurante Ginger Man de Nueva York, en 1972—, quedó impactado. Y ya entonces, le pidió a Kenneth Pitt, su mánager, que el grupo que lo acompañaba en aquel momento, Buzz, interiorizara los acordes de “I’m waiting for the man” para poder tocarlo en directo. Puede que fuera él el primero en versionar a la Velvet Underground, puede incluso que su canción “The London boys”, publicada en 1966 como la cara B del sencillo Rubber Band, fuera la perfecta homología inglesa de lo que dejó cantado Lou Reed y escrito Hubert Selby Jr.
El sugestivo y trágico reflejo de una sociedad sin futuro ni esperanza, en la que se impone la violencia y la evasión se convierte en la única salida, no solo de quienes la sufren, sino también de quienes la imponen.