DISCOS
“El sonido deslumbra y las canciones de Sidonie siguen siendo estimulantes, adictivas y de calado largo”
Sidonie
“El peor grupo del mundo”
COLUMBIA-SONY
Texto: JUANJO ORDÁS.
Lo de Sidonie es increíble, no solo te dan canciones estupendas, sino que además dotan a cada uno de sus discos de una lógica aplastante. Qué duda cabe de que es gracias a músicos como ellos que el concepto del álbum sigue siendo importante. Escuchar un disco debería ser como ver una película, una experiencia completa de principio a fin y no un cajón desastre del que coger las canciones que más te gustan. Se trata de respeto al arte de hacer álbumes. Sidonie lo han tenido siempre clarísimo, se podría escribir un ensayo sobre cada uno de sus trabajos, y “El peor grupo del mundo” no es una excepción. En este disco, el trío aprovecha para explicar la experiencia que supone vivir la música, ya sea hacerla o escucharla. Es casi metalenguaje musical, usan el medio para hablar del medio en el que es su obra más variada musicalmente. Pero resumiendo rápido, el equipo de producción de Santos & Fluren más Ricky Falkner sigue funcionando muy bien, el sonido deslumbra y las canciones de Sidonie siguen siendo estimulantes, adictivas y de calado largo. Seguirás metiéndote en ellas, profundizando en las melodías y persiguiendo su estela escucha tras escucha. Pero es que Sidonie son inagotables, sus producciones tienen ese efecto, siempre tienen algo escondido en la mano. En función del nivel de atención, uno decide si desea surfear “El peor grupo del mundo” o si prefiere bucear. Y ahí estarán el fantástico bajo de Jesús en ‘Carreteras infinitas’, los tensos arreglos de teclado en ‘Os queremos’ o el redescubrimiento del piano pop para la perfecta ‘Atragantarnos’.
También es cierto que por Sidonie pasa la madurez de la nueva música popular española, ese indie al que la etiqueta le queda ya muy corta. Son ellos quienes están dando forma a canciones para la madurez de una generación marcada por los mass media y la sociedad de consumo. No es una crítica, es un hecho, son los tiempos que corren. Es misión del músico crecer y que sus creaciones crezcan con él, y en ese aspecto Sidonie son un ejemplo. Tienen inquietudes sonoras, encajan la experiencia con los textos que les corresponden y sobre todo dan su propia visión del día a día. Quizá es su forma de ensalzar o desdramatizar la cotidianeidad lo que hace de ellos algo tan único.
–
Anterior crítica de discos: “3”, de El Ser Humano.