Conrad Murray, el médico personal de Michael Jackson, está pendiente del juicio en el que se le acusará de homicidio involuntario por la muerte de Jackson, pues en la investigación admitió haberle administrado los anestésicos que acabaron con su vida, aunque se ha declarado no culpable.
Ayer viernes, justo al año de la muerte del ídolo pop, su padre, Joe Jackson, presentó una demanda civil contra Murray por conducta negligente, asegurando que no debería de haberle administrado propofol y que tardó demasiado en llamar a los servicios médicos de emergencia. Papá Jackson pide, por tanto, dinero, dinero que compense a la familia por el sufrimiento ocasionado y por la pérdida de ingresos.