El ombligo del mundo, el disco que merecía Granada

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Pablo Sánchez y Nicolás Hernández, junto a José Antonio García “Pitos”.

«No se trata de hacer chovinismo barato o de sacar pecho, sino de dar visibilidad al tremendo talento que hay en la ciudad»

 

El próximo viernes verá la luz El ombligo del mundo, un álbum que reúne a algunos de los mejores músicos y bandas que ha dado la ciudad de Granada y que, a modo de versiones, replantea la escena de una ciudad especialmente artística. Original por su concepción, pues escuchamos voces e instrumentos de unos tocando temas de otros. Solidario en alma, pues las ganancias irán destinadas a fines benéficos. Y tremendamente mágico porque, por fin, se congrega en un mismo trabajo el talento de artistas que han puesto sonido a las últimas décadas, desde aquel rincón del sur. Los impulsores y artífices de esta iniciativa, Pablo Sánchez, de Producciones Peligrosas, y Nicolás Hernández, de El Hombre Garabato, hablan con Javier Gilabert, sobre esta excepcional iniciativa en forma de disco.

 

Texto: JAVIER GILABERT.
Fotos: ISABEL NÁJERA.

 

«Graná es mu chica». Cualquiera que haya pasado algún tiempo en la ciudad ha escuchado, a buen seguro, alguna vez esta expresión. Y más en el mundillo musical, donde todos se conocen o al menos tienen algún amigo común que los conecta. Paradójicamente, volviendo a lo musical, Granada es muy grande. La influencia de la música que tiene como epicentro la ciudad de la Alhambra alcanza a músicos y bandas de todo el país y de varias generaciones. Desde los años sesenta hasta nuestros días, nombres como Los Ángeles, Miguel Ríos, 091, Lagartija Nick, los Morente, Lapido, José Antonio García, Los Planetas, Niños Mutantes, Lori Meyers o Eskorzo, por citar solo algunos, son verdaderos referentes.

Y como «Graná es mu chica», no tardé mucho en tener conocimiento del proyecto El ombligo del mundo, un disco con fines solidarios, en el que la mayoría de esos nombres se versionan unos a otros y que va a ver la luz a finales de abril. A sabiendas de que Pablo Sánchez, en Peligros (Producciones Peligrosas), y la banda granadina El Hombre Garabato estaban detrás de su gestación, me puse en contacto con Nico Hernández y con Pablo, con la intención de que nos contaran todo sobre esta iniciativa; un disco con el que hemos fantaseado alguna vez todos los que hemos crecido escuchando a sus protagonistas.

 

Un parto de siete años… Habladnos un poco sobre esto.
Pablo Sánchez:
Lo bueno cuesta. Y atendiendo a esta máxima, este disco debe ser muy bueno. Las razones de la tardanza son obvias, ya de por sí es muy difícil juntar a todos estos artistas de primera línea; si les pides, además, que hagan versiones unos de otros (diciéndole a cada uno qué grupo y qué tema deben versionar), aumenta la dificultad bastante; y si para colmo lo haces sin financiación, por amistad o por una cadena de favores, entonces tengo que adaptarme a los tiempos de cada artista y los míos propios, con lo cual, se añaden meses y hasta años al proyecto.
Si también tenemos una pandemia en medio de todo, y un proceso burocrático bastante tedioso y largo, se va incrementando el tiempo de demora. Y no olvidemos otra gran razón, como decían el Grupo de Expertos: «nuestro Alegato Meridional». Estamos más cerca de África que de Europa. «Prisa mata» que dicen los marroquís, otra máxima y ese dolce far niente que si bien, con toda seguridad, añadirá años a nuestras vidas, por desgracia también los añade a los proyectos que emprendemos los que habitamos por estos lares… Pero gracias a Dios (para los que creemos), a la generosidad de los artistas, al Ayuntamiento de Granada, a Nico Hernández, al Hombre Garabato y a José Sánchez (JASS, mi hermano) que me han apoyado muchísimo desinteresadamente en la producción, el disco saldrá a la luz el próximo 22 de abril.

 

¿A qué responde el título de disco?
Pablo:
Evidentemente es irónico y provocativo. Como decimos en Graná, el título tiene malafollá. No se trata de hacer chovinismo barato o de sacar pecho, sino de dar visibilidad al tremendo talento que hay en la ciudad. Siempre digo que si existiera el “talentómetro”, Granada estaría sin duda en el top del ranking nacional. Y no solo musicalmente hablando, sino en todas las áreas de la expresión artística.

 

¿Por qué este disco y por qué ahora?
Pablo:
Al comienzo hablábamos de que el disco ha tardado siete años en hacerse, pero no es así; ha tardado treinta. Cuando yo era un tierno mancebo allá por los principios de los 90, el grunge pegaba fuerte. Yo era muy fan de la hornada de grupos de Seattle: Soundgarden, Pearl Jam, Nirvana… Pero es que aquí, en mi ciudad, había bandas de la calidad de Lagartija Nick, 091, Miguel Ríos… Ya en esos años veía el tremendo potencial de mi tierra y pensaba: «Granada es como la Seattle de España» y empecé a “embarazarme” con el sueño de poner de manifiesto, algún día, la poderosa maquinaria que es Granada para la creación musical. Este disco es el resultado de ese sueño de un chaval de 20 años, treinta años después. No podía siquiera imaginar que, cuando comenzaba mis primeras grabaciones, terminaría trabajando con la gente que tanto admiraba en esos años. Ha sido ahora porque ya era inevitable: ¡El “bebé” llevaba treinta años en mi panza! [Risas].

 

Pablo Sánchez y Nicolás Hernández, junto a Napoléon Solo.

«El Hombre Garabato ha hecho las veces de banda de estudio para algunos artistas como Miguel Ríos, Estrella Morente o José Antonio García»

 

Esta va para Nico: ¿Qué aporta este disco a El Hombre Garabato y viceversa?
Nicolás Hernández: El Hombre Garabato ha trabajado duramente en este proyecto y lo ha hecho de diferentes modos. El más llamativo es que ha hecho las veces de banda de estudio para algunos artistas como Miguel Ríos, Estrella Morente o José Antonio García. En ello hemos empleado muchas horas, muchos días y mucha energía, porque tuvimos que ser muy camaleónicos y adaptarnos a lo que el artista requería o demandaba, que en cada caso era muy diferente. Por otro lado, hemos estado desde el principio en el aparato logístico del disco, ayudando en tareas de producción, alentando, organizando… Creo, modestia aparte, que el grupo ha aportado mucho a este disco. A cambio, hemos recibido la gran satisfacción de participar en un álbum grande, histórico diría yo, y la riqueza de poder estar al lado de artistas a los que hemos admirado desde siempre y lo seguimos haciendo.

 

Una de cócteles: ¿a qué suena un disco en el que combináis rock, pop, indie, flamenco y música de cámara, entre otros ingredientes?
Nico: Suena ecléctico, rico, como rica es Granada, la ciudad que lo ha propiciado. El disco tenía que ser, desde su origen, un reflejo lo más fiel posible de la música que se hace aquí. Por supuesto que no agota la riqueza de la ciudad, pero es una buena muestra del talento de sus músicos. Aparece el flamenco, el rock más clásico, el indie, incluso la música latina.

 

¿Cómo suenan las versiones de los grupos granaínos en la voz de otros granaínos? Sin ánimo de hacer spoiler, ¿qué nos va a sorprender más al escuchar este disco?
Nico: Pues suenan realmente bien. La personalidad de los grupos y solistas que aparecen en el disco es tan marcada que llevan a su terreno con gran solvencia las canciones a las que se acercan. Yo creo que han superado el reto que supone hacer suyos los temas; de hecho, muchos de ellos parecen que son propios, pero al mismo tiempo han logrado que el tema sea reconocible. Detesto las versiones que desvirtúan la canción original y la hacen irreconocible. Pero en este caso, han sabido armonizar esos dos principios. Por ejemplo, en “La Torre de la vela”, cantada por los Planetas, es reconocible incluso el riff de entrada, pero a su personal manera. Podría ser perfectamente un tema de Los Planetas. Creo que va a sorprender mucho casi todo en el disco.

 

Se trata, sin duda, de una producción “peligrosa” por varios motivos. ¿A qué teníais más miedo? ¿Eran temores fundados?
Pablo:
Sinceramente, no tenía miedo absolutamente a nada. Creo tanto en el proyecto, y en los artistas que están en él, que nada podía salir mal. Podía salir tarde, pero nunca mal. Y así ha sido. Ten en cuenta que la motivación del disco nace de la amistad y del cariño que los artistas han puesto de forma altruista al proyecto. Creo firmemente que la fuerza más poderosa del universo es el amor y, desde esa premisa tan potente, el temor no tiene cabida en nuestra hoja de ruta.

 

Un producto completamente made in Graná… ¿Por qué Producciones Peligrosas?
Pablo:
Producciones Peligrosas es donde yo realizo mi trabajo de producción musical desde hace más de veinticinco años. Es el estudio que mejor conozco, donde mejor me desenvuelvo, tengo un material muy profesional donde puedo realizar mis proyectos con solvencia. Sin ánimo de ser pretencioso, contamos con una de las mejores salas de control, y escucha de referencia en España, en Producciones Peligrosas. Eso para mí es una garantía de un buen resultado y creo que lo hemos logrado.

 

Vamos con los entresijos técnicos. Imagino que la producción habrá sido especialmente complicada, por la cantidad y variedad de músicos y de sonidos que lo conforman. ¿Qué nos podéis contar sobre el proceso?
Pablo:
Bueno, ha sido muchísimo más complicado a nivel ejecutivo que artístico. Afortunadamente todos son grupos con mucha experiencia y con un sonido propio y muy definido. Como yo siempre digo, mi trabajo es no estropear lo que los músicos tocan y cantan, y llevar a los altavoces lo que el artista tiene en su cabeza y en su corazón. Y creo que en este disco lo hemos conseguido. Es muy especial, casi mágico, ver cómo se mimetiza cada uno de ellos en el camarada al que versiona, pero haciendo el tema suyo, sin perder un ápice de su personalidad. Quiero hacer un agradecimiento especial a El Hombre Garabato, que son unos músicos fantásticos, y que han sido la banda “residente” del disco donde han acompañado a José Antonio García, a Miguel Ríos y a Estrella Morente. Casi todos los temas se grabaron en mi estudio de Producciones Peligrosas, excepto el de Los Planetas que lo hicieron en El Refugio Antiaéreo, Lori Meyers en Estudios Pimodan, con David Sutil, y Lagartija Nick en Sonobalance. Después mezclé y mastericé todo en Producciones Peligrosas.

 

Niños Mutantes.

«El disco suena ecléctico, rico, como rica es Granada, la ciudad que lo ha propiciado»

 

¿Y lo más complicado a la hora de llevar adelante esta empresa, en cierto modo, faraónica?
Pablo:
Como expliqué al principio en los motivos de la extensa duración de la producción, lo más complicado quizás fue poner de acuerdo a tantos artistas tan prestigiosos, sobre todo teniendo en cuenta que, al hacerlo desinteresadamente, tenían que cuadrar sus agendas en sus tiempos libres y esta tarea, con familias y muchos proyectos que tienen todos, fue muy dificultosa. También acometer todo el proceso burocrático en plena pandemia fue muy farragoso, estamos hablando de casi tres años.

 

¿Cómo fue el proceso de selección y asignación de los temas?
Nico: Supuso un reto para nosotros, porque el objetivo del disco era desafiar a las diferencias musicales, de estilo e incluso generacionales que pudiera haber entre los artistas que lo conforman. De alguna manera, creo que hemos conseguido que en cada canción los intérpretes hayan hecho un homenaje a sus compañeros versionados y demuestren, de una forma magistral, la admiración mutua que se profesan. No nos pusimos ningún tipo de límite ni censura. Fue un desafío muy divertido poder soñar cómo sonaría tal o cual canción, en la voz de tal o cual artista. Las combinaciones eran infinitas y tardamos varios meses en dar con la rueda adecuada a base de imaginar. La máxima era huir de afinidades obvias y retar a los músicos a que se acercaran a géneros lejanos a su estética. No queríamos que pasearan por caminos ya transitados, sino retarlos con una canción que los desestabilizara un poco. La siguiente fase era que los artistas aceptaran el reto. Y lo aceptaron todos de muy buen grado, y esa es una de las grandezas de esta ciudad: todos los grupos que aparecen en el disco han sido rompedores en algún momento de su historia y ahora teníamos que ser fieles a este principio rupturista.

 

Voy a tirar con bala: ¿Cuáles son las versiones que, en vuestra opinión, han quedado más auténticas?
Pablo:
Yo voy a responder con amor de padre. Cada tema tiene su encanto, son muy diferentes. Cada artista ha puesto lo mejor de sí en su versión y la magia del disco es que cada uno ha hecho suya y personal la interpretación de la canción del otro. Sin embargo, el tema “Tendrá que haber un camino”, de Planetas, que interpreta Enrique Morente, tiene una carga emocional muy especial. Primero, porque aparece el maestro a título póstumo en el disco y, además, la interpretación de esa voz es magistral; pero si además conoces el porqué de ese tema, es tremendamente sobrecogedor. Me contaba J que estaba en México y, como a las tres de la madrugada en el hotel, comenzó a sentir una inquietud muy grande y la necesidad de componer. Escribió esa conmovedora letra sin saber que, en ese momento de su acuciante inspiración, estaba muriendo su amigo Dj Sideral en España. Conociendo la historia, entendiendo la letra y oyendo al maestro cantar, es inexplicable la sensación que provoca escucharlo.
Nico:
A mí me fascina la versión que ha hecho Napoleón Solo de “Mónica”, de Los Ángeles. Me parece atrevida y a la vez muy en el espíritu de la original. Después me gustan mucho en las que hemos participado con El Hombre Garabato (Estrella, Ríos y García) pero, claro, no soy del todo objetivo [Risas].

 

Lagartija Nick.

«Es muy especial ver cómo se mimetiza cada uno de ellos en el camarada al que versiona, pero haciendo el tema suyo, sin perder un ápice de su personalidad»

 

Afortunadamente, y como ocurre con los poetas, en Granada hay más bandas que botellas y, haciendo un poco de retrospectiva, echo a faltar alguna. ¿Por qué están los que están y faltan los ausentes?
Nico: Es difícil responder a esta pregunta porque la elección necesariamente es muy subjetiva. La idea era que estuvieran los más representativos de varias generaciones pero, claro, habrá quien diga que los que están son los más representativos para Pablo y para mí, que para ellos hay otros muchos más relevantes y seguramente lleven razón. En términos artísticos, quisimos que en el disco estuvieran músicos que han sido relevantes a nivel, no solo local, sino nacional, y que hubieran tenido relación con el estudio de Peligros. Está claro que nos dejamos a algunos imprescindibles como Amparo Sánchez, La Guardia, Arcou Hora Zulú, entre otros muchísimos, pero había que tomar decisiones y optar, aún sabiendo que eso comporta un riesgo de olvidos imperdonables. Seguramente tú echas en falta a alguien ¿verdad? Quizá en un segundo volumen podamos hacer justicia.

 

Me parece una idea estupenda [Risas]. Hablando de los ausentes… Aparecen en este disco canciones de Carlos Cano o de Los Ángeles, o suena la voz de Morente, por ejemplo.
Nico:
Ellos tenían que estar de una manera u otra, ya que son parte esencial de la música popular de esta ciudad. Para que esto ocurriera, tuvimos que sacrificar el concepto original, que era establecer un círculo perfecto en el que el final fuera el principio, es decir, donde todos se versionaran unos a otros. Este es el motivo por el que, por ejemplo, Eskorzo versionan pero no son versionados. La cadena, por la ausencia de algunos músicos, tenía que romperse y buscar salida por las estrellas, como diría Carlos.

 

Morente nos dejó, desgraciadamente, pero no podía faltar en este disco… ¿Cómo se produjo este “milagro”?
Pablo:
Cuando comencé con el disco siempre pensaba: «Si Morente estuviera con nosotros sería el primero en apuntarse a esta locura», porque además a él le encantaba todo lo que fuera arriesgado y transgresor; yo quería que estuviese en el disco a toda costa, así recordé que contaba con las pistas originales del tema de Planetas “Tendrá que haber un camino”. Rescaté la pista de la voz de la vieja cinta analógica, la digitalicé y ¡ya tenía la estructura del tema! Después le pedí al genial Juan Habichuela (nieto) su colaboración y le grabó una guitarra fantástica. El Bandolero (el percusionista habitual en el elenco del maestro) puso las percusiones; su colega de banda, Josemi Garzón, hizo un magnífico contrabajo; Justo, “El Malaguita”, añadió palmas y palillos, y Jorge Rodríguez Morata dirigió al Coro de Cámara de Granada, quienes pusieron un precioso colofón con la carga emocional que eso ya tenía porque, junto con el flamenco, la música coral sacra eran los estilos preferidos de Enrique. A grandes rasgos, ese fue el proceso de ese “milagroso tema”.

 

Confesad: ¿Qué tiene Granada para ser El ombligo del mundo de la música española? Nico: Esta es una pregunta que nos suelen hacer mucho a todos los grupos cuando salimos fuera y que tiene difícil respuesta. En primer lugar, porque no es del todo verdad; hay ciudades que también han dado mucha música, como es el caso de Vigo o de Gijón, pero es cierto que en Granada pasa algo. Yo creo que ese debe a una confluencia de factores como pueden ser la situación geográfica de la ciudad, que mueve a la melancolía y, por tanto, a la creación; la importancia de la Universidad o los riquísimos antecedentes literarios y musicales con los que cuenta. En Granada es raro quien no tiene un grupo y la densidad de artistas por metro cuadrado es verdaderamente llamativa. Resumiendo, realmente no sé por qué. ¿Tú tienes alguna teoría?

 

Lori Meyers.

«La máxima era huir de afinidades obvias y retar a los músicos a que se acercaran a géneros lejanos a su estética»

 

Algo tendrá el agua cuando la bendicen… [Risas]. Si meter en un vinilo a tantísimos músicos de primera línea es una proeza, hacer que suenen juntos en directo ya se me antoja casi un imposible. ¿Tenéis pensado algo en este sentido?
Nico:
Como es obvio, un proyecto tan bonito y especial tendría un broche de oro en una presentación por todo lo alto y estábamos maquinando una puesta de largo del disco en directo; pero hay algo que se va a hacer, que es una magnífica reunión de grupos de Granada. Un concierto solidario por Ucrania, el próximo 28 de abril, en el Wizink Center, donde participan gran parte de los artistas que están en El ombligo del mundo, junto con otros muchos (que con todo el dolor de mi corazón) quedaron fuera de él. Así que por ahora una presentación del disco sería bastante redundante artísticamente. En cualquier caso, el 21 de abril, en la sala Shoko de Madrid, se presenta el disco dentro del evento Gastrorock, donde estarán la gran mayoría de los artistas y podremos disfrutar y celebrarlo juntos. Más adelante, sería genial que pudiéramos hacer una presentación en Granada en la que podamos estar todos y felicitarnos mutuamente por el trabajo tan bonito que hemos realizado.

 

Es muy difícil ser profeta en la tierra de uno; si hablamos de Granada, ni te cuento. ¿Cuáles son vuestras expectativas?
Nico:
Yo creo que el disco se ha producido de forma que nadie salga herido, porque se ha elaborado con un gran cariño y respeto a los músicos y a la ciudad. Seguramente habrá quien piense que podría haberse confeccionado de otro modo, o que falta este u otro artista, pero creo que el trabajo es honesto y está bien hecho. Esperamos que llegue a la gente, que se convierta en un hito en esta ciudad y en todo el país, como un referente de la colaboración de un gremio que quiere hacerse valer y que quiere seguir siendo puntero en la música popular. También esperamos que se venda bien y genere beneficios para la Fundación a la que van a ir destinados. Puestos a soñar, nos gustaría que abriera el camino a un segundo volumen, o un tercero. Soñar siempre está bien.

 

Los Planetas.

«El tema “Tendrá que haber un camino”, de Planetas, que interpreta Enrique Morente, tiene una carga emocional muy especial»

 

Y por si le faltara algún detalle, no solo es un trabajo que aúna gran parte de lo mejor de lo mejor de la música patria granadina y nacional, sino que, además, quien se haga con él estará contribuyendo a una buena causa…
Nico: «Lo que guardé no lo tengo, lo que tengo lo perdí, solo tengo lo que di». Es el lema de una fundación llamada Escuela de Solidaridad que hay en Granada. Es una casa de acogida (y mucho más) sin apoyo institucional, donde han sacado de la calle y tienen allí viviendo a unas ciento cuarenta personas. Reciben a gente de toda clase, de todas las nacionalidades, edades y condición; a veces, incluso a los que no acogen en servicios sociales, ellos se hacen cargo. Los hacen vivir como una familia, les enseñan a desarrollar sus potenciales y habilidades para trabajar a través de talleres y proyectos de formación; es hermoso ver cómo los ayudan a salir adelante y les enseñan a salir ahí fuera y ser capaces de subsistir por sí mismos. Si alguien quiere más información sobre la fundación puede visitar su web: www.escuelasolidaridad.org. Pues bien, todos los artistas y músicos que han hecho este disco han decidido donar todos los beneficios de la venta de discos (tanto en forma física como en digital) a la Fundación Escuela de Solidaridad. Este disco quiere devolver todo aquello que Granada ha dado a sus artistas en forma de música, talento y generosidad a partes iguales. ¡Gracias a todos por ser tan buenos y tan grandes!¡Os queremos!

 

Pues solo me queda una cosa por preguntaros: ¿cómo podemos hacernos con él?
Pablo: A partir del 22 de abril, en este enlace: https://bfan.link/el-ombligo-del-mundo-1
Nico: Y también en www.merchandcia.com, en algunas grandes superficies y, por supuesto, en todas las tiendas de música de Granada.

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