“El muñeco de nieve”, de Jo Nesbo

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LIBROS

“En estas páginas finales la angustia crece y crece y logra encadenar al lector como el momento álgido de una sinfonía”

 

 

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Jo Nesbo
“El muñeco de nieve”
RBA

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

No hay prueba más fehaciente del poder de la imagen en la sociedad actual que llevar en las manos el libro en el que se ha basado una película de reciente estreno. Iba yo últimamente con “El muñeco de nieve” en las manos y cualquier conocido que veía la portada me preguntaba si era el de la película; película que prácticamente nadie había visto. Pero todos habían repasado el tráiler. Conocidos que por supuesto nunca habían leído ninguna de las once aventuras del policía Harry Hole, publicadas todas en castellano.

Lo curioso del caso es que “El muñeco de nieve” tiene ya diez años y no es tampoco la mejor de Jo Nesbo, a pesar de ser la más valorada por los lectores.  En todo caso responde bien a los perfiles de la novela negra escandinava, a pesar de que Nesbo no es sueco, cantera constante del género, sino noruego. El policía Harry Hole, alcohólico, atormentado, con un pasado que tiene zonas de sombra múltiples, responde bien a una figura que todo aficionado a este tipo de argumentos conoce. Por otra parte, los escenarios son más variados, desde islas abandonadas hasta barrios bajos, aunque se echa en falta un mejor estudio de los personajes secundarios que dé más color a las tramas.

Tramas que en Nesbo siempre son más dinámicas que en las novelas de sus paisanos, no hay tanto tiempo para la reflexión y aquí las escenas, con algunos flash back que se recogen al final, van dando bandazos continuos, engañan, cambian de dirección y va marcando varios clímax antes de que lleguen los últimos episodios, las de la tensión máxima como exigencia de este tipo de textos. No es spoiler, el lector que coja esta novela ya sabe dónde se sitúa la acción.

Y lo consigue. En estas páginas finales la angustia crece y crece y logra encadenar al lector como el momento álgido de una sinfonía. Si el anticlímax, como sucede aquí, logra anudar todas las pistas que se han ido diseminando, se debería concluir que es una muy buena novela porque lo que da es lo que exige el género.

Anterior crítica de libros: “Beatles, el color de los sueños”, de Antonio Panadero Cantos.

 

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