LIBROS
“La verdad de un joven destartalado capaz de retratar un extraordinario documento para viajar hasta el mismo epicentro del desfase tardo ochentero español”
Pablo Carbonell
“El mundo de la tarántula”
BLACKIE BOOKS
Texto: ÓSCAR GARCÍA BLESA.
Hmmm, unas memorias de Pablo Carbonell. En cuanto uno descubre la publicación del libro no puede dejar de preguntarse si de verdad era necesario. Lo fascinante es que una vez terminado resulta que sí, que “El mundo de la tarántula” (¡qué gran título!) es un conjunto de historias bien contadas que se leen en un suspiro.
Pablo Carbonell (Cádiz, 1962), conocido por liderar a finales de los 80 al delirante grupo anti canción Los Toreros Muertos, propietarios de un par de himnos gamberros y, una década más tarde, por sus cáusticas y casi siempre (en alguna ocasión se pasó de frenada) desternillantes apariciones en el ácido magazine “CQC”, se desnuda en este libro buscando quién sabe si algún tipo de redención. Pero el personaje tiene otras reencarnaciones y también las cuenta en el libro con detalles.
En comparación a otros pasajes de su biografía, resulta sorprendente el poco espacio que le dedica a su periplo como insospechada estrella de rock. Sus recuerdos abundan en detalles ingenuos, como su profundo desconocimiento del engranaje de una compañía de discos, el funcionamiento del mundo editorial o destapando payolas en el ecosistema de la radio comercial, pero también otros particularmente delirantes. Su contratación en la selva colombiana para actuar frente a un grupo de narcos resulta pasmosamente entretenida.
El libro no se ordena por capítulos. Acertadamente Pablo Carbonell utiliza una estructura de micro entradas sin grandes parrafadas contando historias sesudas. Todo camina al trote y seguidito. Y se agradece. A brochazos, el libro distribuye los momentos más relevantes de su vida en bloques reconocibles y se lee a ritmo ligero.
“El mundo de la taránrula” (Blackie Books, 2016) nos descubre con mucho acierto el peregrinar de un aspirante a cómico. Desde sus orígenes como actor ambulante junto al genial Pedro Reyes hasta su popularidad catódica como castigador histrión de las celebrities. Carbonell lo cuenta todo, o al menos todo lo que le apetecía contar.
Hay en sus páginas desparrame alucinógeno, ingestiones abusivas de drogas de todos los colores, alcohol en vena y sexo variado. Carbonell presume de éxito, pero también retrata con crudeza el tocar fondo y la autodestrucción. Y es por ello un libro valiente de lectura animada. Más allá de un conjunto de aventurillas desfasadas, Pablo Carbonell exprime su memoria (un milagro que la conserve a tenor de sus descerebradas maniobras) con el objetivo de reflexionar sobre su pasado y, qué duda cabe, decirnos a la cara que es un tipo con suerte. Suerte de seguir con vida y en el camino de la supervivencia participar en “La Bola de cristal”, aparecer en algunas películas como actor, vender discos y triunfar con un grupo imposible, inventarse un papel de reportero suicida e incluso encontrar un millón de euros para dirigir una película.
“El mundo de la tarántula” es un libro estupendo, emotivo en su parte final recordando a su hermana, a Pedro Reyes y a Javier Krahe, pero también con momentos sembrados con mucha guasa. En sus páginas aflora talento y verdad, la verdad de un joven destartalado capaz de retratar un extraordinario documento para viajar hasta el mismo epicentro del desfase tardo ochentero español del que, indudablemente, Carbonell es un protagonista razonablemente fiable.
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Anterior crítica de libros: “Vinilos. Historia ilustrada del disco”, de Mike Evans.