Una sección de ADRIAN VOGEL.
Es de agradecer que un reputado medio de comunicación dedique su portada y reportaje principal al mundo de la música y a sus protagonistas, los artistas. Me refiero a El País Semanal cuya edición del pasado domingo nos ofreció “Cien músicos hispanoamericanos eligen las 100 canciones que cambiaron su vida”. Una ingente labor –llevada a cabo principalmente por Lino Portela y Cristóbal Ramírez– de rastreo y persecución para preguntar “a 100 músicos españoles y latinoamericanos las 100 canciones que les marcaron para siempre”, como nos contaba Diego A. Manrique en su artículo de fondo.
Me explicaba Rafael Ruiz, de la redacción del EPS, que esta iniciativa forma parte de una serie iniciada con el mundo literario. Lino Portela abundaba en más detalles y resolvía alguna de mis dudas. Porque es obvio que no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Y este es un aspecto muy a destacar. Porque se presentan varias dificultades a la hora de plantearse la elaboración de un “canon” como este. El principal es el del equilibrio. Entre épocas y géneros.
Y luego, claro está, hay un proceso natural de selección, por defecto: quien no participa en estos asuntos. Algunos se excusan y otros ni siquiera contestan las llamadas. También hay quien no se moja por estar ilocalizable. Así se explican ausencias como las de Paco de Lucía, Serrat, Santiago Auseron, Charly García o los hermanos Cano, por citar ejemplos que me llamaron la atención. Y en contraste nos encontramos con Joaquín Sabina, Concha Buika, Alejandro Sanz, Coque Malla y Kim Fanlo de Nena Daconte, cinco artistas que se tiran al barro y escriben sobre sus canciones preferidas.
Los 100 que contestaron eligieron 10 canciones cada uno. Os imagino conocedores de los resultados, con Jacques Brel y su “Ne Me Quitte Pas” en primera posición. En este enlace podréis comprobar –además de las 100 canciones– la lista completa de votaciones. Recomiendo repasar la lista porque es muy esclarecedora, tanto de gustos como de influencias. En la mayoría de los casos –y esto es lo que más gratamente me sorprendió– puedes escuchar al artista leyendo sus selecciones. Los ecos de sus raíces resuenan en las canciones elegidas.
Otro hecho que me llamó la atención fue la falta de autobombo, salvo en dos casos. El de Ana Torroja, quien coloca tres temas suyos. Y quizás uno, “Hoy no me puedo pevantar”, no esté en primer lugar por pudor. Porque es indudable que esa primera canción de Mecano le cambió la vida. Mucho más que las otras nueve. No puedo –ni debo– opinar sobre la motivación a la hora de incluir las otras dos (“Mujer contra Mujer” de Mecano y “A Contratiempo” de su primer disco en solitario).
El otro caso es inexplicable a todas luces: Falete. De entrada elige nueve en vez de diez. Y de las nueve, ocho son interpretaciones suyas (la novena es de Lola Flores). El bueno de Portela le justificaba “quizás no entendió bien de qué iba el asunto”. Ni que fuese necesario ser neurocirujano para pillar la idea. Su favorita es “Payaso”. “No comment”.
Llegados a este punto es bueno resaltar un par de payasadas: entendible en Pablo Carbonell e indefendible en Bebe.
Carbonell que ha hecho del humor –y el carnaval– una constante vital, se pronuncia por 1. “Mi barba tiene tres pelos”, de Miliki. 2. “Mi carro”, de Manolo Escobar. 3. “Yo soy aquel”, de Raphael. Luego eleva el nivel, pero si es una humorada demuestra falta de respeto hacia el público (lectores y periódico). Y si es una expresión sincera, debería hacérselo mirar…
Bebe, después de su primer álbum lleva años sin ofrecer nada nuevo, se descuelga con 1. “Coco güagüa”, Enrique y Ana. 2. “Que canten los niños”, José Luis Perales. ¿Qué clase de broma es esta? ¿No sé da cuenta que pierde crédito y credibilidad con esta pose? Postura que por otra parte me resulta totalmente trasnochada. Recordaba Manrique que “recientemente se burlaba de los compradores que alardeaban de comprar sus ediciones oficiales.” Pues que con su pan se lo coma.
Es evidente que mis opiniones pueden ser compartidas o no. Pero es indudable que esta iniciativa del dominical de El País es totalmente loable. Y reveladora de bastantes aspectos que Diego A. Manrique analizaba en profundidad (“no ha sedimentado nada de la ingente actividad Indie” y “por la lista planea la poderosa influencia de los sesenta” eran dos de los titulares).
Una ovación para todos los que han participado (sí, también para Bebe, Falete y Pablo Carbonell).
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