«Deberíamos aprovechar más el hecho de no tener una barrera idiomática para compartir mucho más, es ahí donde surgen las cosas más interesantes»
De un tiempo a esta parte, cada vez es más frecuente encontrarse con la banda argentina El Mató a un Policía Motorizado recorriéndose los festivales y las salas españolas. Ídolos en su país y cada vez más conocidos y respetados en el nuestro, charlamos con su cantante, Santiago Barrionuevo, sobre los últimos tiempos del grupo, la gira europea que ahora les ocupa y los planes que manejan a corto plazo.
Texto: JAVIER ESCORZO.
Foto: GUIDO ADLER.
En 2019 publicasteis un disco de rarezas y caras b, La otra dimensión (El Segell, 2019), con el cual ya estuvisteis tocando por España. Después teníais previsto grabar un disco nuevo, pero aquellos planes se truncaron con la pandemia, ¿no?
Sí. La gira fue en febrero de 2020, estuvimos por acá, por España, y en cuanto regresamos a Argentina arrancó la cuarentena. Ese disco apenas lo pudimos presentar. En los primeros meses se hablaba de que todo el tema de la pandemia iba a terminar muy pronto, luego hubo incertidumbre, el horizonte estaba difuso, digamos. No podíamos juntarnos, no podíamos hacer planes, no sabíamos cuánto iba a durar aquella situación…
Y es entonces cuando os proponen regrabar una serie de canciones del grupo para la banda sonora de Okupas, una serie antigua que se vuelve a emitir ahora en Argentina y que por tema de derechos no pudo utilizar su banda sonora original. ¿Es así?
Exactamente. Antes, cuando se estrenó, en el año 2000, había una cosa extraña, y es que se pagaba un canon a la SGAE argentina por mes. La televisión pública pagaba un canon por mes y con eso podía utilizar la música que quisiera, de cualquier época, de cualquier artista. Era algo muy extraño. Ahora, que se va a volver a emitir en Netflix, eso ya no se podía hacer así.
¿Qué grupos sonaban en la banda sonora original?
Sonaban canciones de los Beatles, los Rolling Stones… Clásicos del rock mundial. Económicamente era imposible hacerlo ahora así. El plan de Bruno (Stagnaro), el director de la serie, fue cambiar aquellas canciones, reemplazarlas. Quería mantener la música que tenía que ver con el rock argentino. Ahí fue cuando nos convocó. Primero nos propuso siete canciones concretas de Él Mató a un Policía Motorizado para siete escenas de la serie. Nosotros estábamos encantados de la vida, porque aquella serie nos marcó mucho, a nosotros y a toda la sociedad argentina, fue un antes y un después en la historia de la televisión. Lo veíamos como un honor muy grande, increíble. Hicimos una canción nueva (“La otra ciudad”) y decidimos grabar de nuevo las canciones viejas que él había elegido.
Entiendo entonces que este Vacaciones raras no lo consideráis un grandes éxitos al uso, porque no habéis elegido las canciones que os parecen más representativas del grupo, sino que habéis grabado las que eligió el director para la serie.
Son canciones en pos de la narrativa de la serie Okupas, básicamente es eso. Aunque también es una especie de compilado de canciones viejas.
Tú también has grabado otras canciones para la serie, que las has publicado bajo tu nombre en el disco Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro. ¿Esta experiencia es algo puntual? ¿O la ves como el inicio de tu carrera en solitario?
Las dos cosas. Hice ese trabajo con mucho cuidado, con mucho cariño, teniendo en cuenta que era un complemento de lo verdaderamente importante, que era la serie, pero a la vez me extendí en las canciones, y a veces no era necesario, porque las escenas duraban unos pocos segundos, pero quise desarrollar las canciones al máximo, pensando en la música. Era una oportunidad de meterme en géneros que para mí eran nuevos y desarrollarlos bien, con profundidad. Así que lo vi de las dos maneras: canciones para la serie, pero también como un álbum de canciones nuevas mías.
Vamos con esta nueva gira. Lleváis más de diez años viniendo a tocar a España.
Sí, la primera vez fue en 2010. Hace doce años. Tocamos en el Primavera Sound y a partir de eso hicimos una pequeña gira. No nos conocía nadie y nosotros tampoco conocíamos a nadie, fue todo muy improvisado. Intercambiamos experiencias con bandas de aquí, con promotores… Guardamos un gran recuerdo de aquellos viajes, que eran más al tuntún, pero en los que vivimos aventuras inolvidables.
En estos doce años habéis vuelto en bastantes ocasiones y ahora ya contáis con un público fiel. ¿Cómo ha ido creciendo la cosa?
Ha sido increíble. Cada vez hay más conexión con el público español. Hubo un punto, que fue cuando sacamos La dinastía Escorpio (Nacional Records, 2012), en el que se generó esa conexión, y después se fue volviendo más intenso. Cada año que veníamos, cada disco que sacábamos… La última gira que hicimos, la de 2020, fue sin duda la mejor. Una una mayoría grande de sold outs. Por eso esta gira, por más que no hayamos sacado disco, sirve para reencontrarnos con el público, para que el público vuelva a disfrutar de las canciones de toda nuestra discografía. Y nosotros nos reencontramos con esa energía que surge cuando tocamos en vivo.
Fíjate que aquí, en España, de un tiempo a esta parte, muchos artistas consagrados tienen que buscar formatos reducidos para poder girar, con menos músicos, en acústico… Vosotros venís fuertes, con toda la banda, bastantes fechas y buena venta de entradas.
La verdad que sí. Y hay que aprovecharlo, porque nunca se sabe. Y más ahora, después de haber vivido la pandemia, toda la incertidumbre, no saber que iba a pasar en el futuro… Hay que aprovechar el momento.
Conviene resaltar que no solo vais a tocar en España, sino que también tenéis fechas en otros países europeos. ¿Cómo os está yendo por allí?
Ya habíamos tocado en algunos de esos lugares. En Dublín, por ejemplo, ha sido nuestra primera vez. En Londres ya habíamos estado, en Berlín también. La última vez habíamos metido bastante gente, pero esta vez se llenó, fue la mejor noche de todas. Está yendo muy bien. Lógicamente, la mayor parte del público es latina, pero también va gente de cada país. Estamos muy contentos.
Entre España y Argentina ha habido una relación musical intermitente. Han llegado algunos artistas, pero nos hemos perdido muchas otras cosas y es una pena, teniendo en cuenta que compartimos idioma y eso debería facilitar mucho las cosas. ¿Qué os llega allí de música española?
Llegan mucho algunos artistas más mainstream, tipo Julio Iglesias o Raphael, que son dioses allá, o cantautores como Serrat o Sabina. En su momento sonaron los grandes hits de Radio Futura. La Oreja de Van Gogh se escuchó mucho también…
¿Y artistas de la escena independiente? Vosotros habéis tenido relación con Los Planetas o Carolina Durante, tú produjiste el primer disco de Amaia… ¿Estos grupos, digamos más underground, se escuchan por allí?
Por desgracia no, o a una escala muy reducida. La cultura independiente, que es la que me parece más interesante, no es conocida. Los Punsetes estuvieron, Los Planetas han estado varias veces… Carlina Durante estuvo el año pasado y se montó una grandísima fiesta de rock. Pero estaría muy bien que pudiesen llegar más bandas españolas, porque nos estamos perdiendo a muchos artistas que tienen una música y una lírica increíbles, sin desmerecer al mainstream, por supuesto, pero yo creo que en la escena independiente hay ahora cosas interesantísimas.
Bueno, y que sea en las dos direcciones, porque seguro que allá están pasando cosas interesantísimas de las que aquí no nos estamos enterando.
Claro, por supuesto. Deberíamos aprovechar más el hecho de no tener una barrera idiomática para compartir mucho más, es ahí donde surgen las cosas más interesantes.
A vosotros en España ya os conoce ya bastante gente, pero, ¿cómo presentarías al grupo a alguien que no sepa de vosotros?
¿A alguien que nunca haya escuchado nada de nosotros? Diría que somos un grupo de rock, de guitarras y melodías, que le da mucha importancia a la búsqueda de la canción y que quiere hacer su música sin utilizar los cánones tradicionales, sino con algo de innovación.
Los dos últimos discos (La otra dimensión y Unas vacaciones raras), han sido revisiones de canciones antiguas, recuperación de rarezas… El último disco de composiciones nuevas fue La síntesis O’konor, que salió en 2017. Imagino que estaréis trabajando ya en nuevo material, ¿no?
Si, fuimos en marzo al estudio. Grabamos tres canciones y mezclamos dos. Una la damos ya por definitiva, pero con la otra estamos dudando, y es la que queríamos utilizar como adelanto, así que se va a demorar un poco. Y en septiembre volveremos a Sonic Ranch, que es donde grabamos habitualmente, y queremos terminar ese disco con canciones que hemos ido acumulando durante estos años. Tenemos bastante material, pero nos gusta también dejar cosas para el estudio, para que surja la magia de la grabación.
Por curiosidad: hace unos días publicasteis un tuit diciendo que no os habían llegado los instrumentos para el concierto de Londres y que el grupo Coldplay os había cedido los suyos. Luego borrasteis el tuit y subisteis el enlace a su canción “Viva la vida”. ¿Qué fue de esto? ¿Era real? ¿O una broma privada?
Fue real. Para ese concierto no llegaron nuestros instrumentos y el equipo de Coldplay nos dejó sus instrumentos, los utilizamos para tocar. Lo que pasa es que luego nos dijeron que preferían mantener la discreción, así que retiramos el tweet. Al día siguiente del concierto los íbamos a conocer, pero al final tuvimos que irnos y no pudo ser.