“Fue un día entero de abrir gargantas, aclarar campanillas, pegar berridos, afinar susurros y dar la nota. Hemos cantado como marineros borrachos, como un barítono soprano (¿?) y como animales en celo, según el caso”
Con algún concierto entre jornada y jornada, el músico malagueño relata cómo está confeccionando su próximo disco en Tercero Studios. Efe Eme publica en exclusiva la cuarta entrega de su diario musical.
Texto: EL KANKA.
Fotos: SAMUEL GÓMEZ FRÍAS.
¡Buenas noches, bienvenidos, hijos del rocanrol!
¡Estamos vivos y seguimos grabando! En la recta final como quien dice. Os cuento.
Como recordarán vuestras mercedes, mi eterno escudero, maese Manin, había arribado al inescrutable Tercero Studios (Benicarló, Castellón) con el cajón a cuestas y engrasada la voz.
Diérase el caso de que un par de tonadas precisaban raudas un soporte rítmico de madera y manos, y corría de lengua en lengua por la comarca la antigua leyenda del cajonista de ajado sombrero. El Manin lo llamaban, por su bravura el temido, de diamante era su oído, y de corazón sus dedos, de música era su credo, y de duende su sonido.
«Maestro Avatar, alce con gracia su mano bendita, y sin mirar hacia atrás, pulse REC».
Quedaban, con este adusto gesto, las canciones antes huérfanas, provistas de caminar, de pulso y de sentimiento. La leyenda era cierta. Nos vamos a comer…
Tengo que decir que Benicarló es un sitio con encanto infinito, con una tradición de músicos espectaculares y con algunos lugares donde se come de lujo y te tratan genial. Como no todo va a ser grabar, os destaco dos de mis locales predilectos.
1. La mar chica. Se trata de una amplia terracita al lado de lo que viene a ser la mar. Han sido pocas las noches en que no hemos bajado a cenar ahí, y ya me saludan por mi nombre cuando entro. Ponen unas raciones muy ricas (destacando una de pollo especiado, cuya adicción por parte del amigo Carlos «Avatar» es más que preocupante) y hay un ambiente relajado y tenue. Las camareras, además, son majísimas no, lo siguiente.
2. El Trangol. Restaurante-vermutería. Cocina de lujo con mayúsculas y baratísima para lo que es… Es uno de los mejores sitios en los que he comido. Héctor, el chef y el dueño del cotarro, es además un batería excelente al parecer, un auténtico hombre del renacimiento que lo mismo te plancha un huevo que te fríe una corbata. Sólo un problema: no vayas si tienes que grabar luego…
Joder, no sé cómo lo hago que acabo siempre hablando de comida. Creo que este verano me libro de la operación bikini.
Sigo con la grabación, que se me van las manos al plato. Pues ya que estábamos con mis queridos Alvarito Ruiz y Manin, vamos a grabar coros. Los coros de estos dos figuras se han convertido con el paso del tiempo en algo fundamental en mi forma de sonar. No me imagino mis canciones ya sin sus voces acopladas a las mías. Son, como muchos ya sabéis, unos fantásticos cantantes y entre los tres nos curramos mucho las voces, creo que es algo muy importante y así lo tratamos.
Fue un día entero de abrir gargantas, aclarar campanillas, pegar berridos, afinar susurros y dar la nota. Hemos cantado como marineros borrachos, como un barítono soprano (¿?) y como animales en celo, según el caso. La verdad es que fue un día duro para todos, porque era el último y había que dejar los coros listos, pero ya están todas las canciones con sus voces correspondientes.
Luego nos fuimos a comer una pizza (Alvarito dos, ejem…) y ¡hey! ¿Sabéis que existe una pizza de Nutella con lacasitos? ¿Qué demoníaca y sabrosa aberración es esa? Mierda, ya estoy hablando de zampar otra vez. ¡Que alguien me detenga!
Y nada, ya dejamos el Tercero Studios porque teníamos unos pocos de conciertos (¡no hay vacaciones para los músicos, amiguitos/as!) y hemos dejado a nuestro productor, el señor Carlos «Avatar» Manzanares encargado de grabar los vientos. Concretamente, me consta que ya están grabadas las trompetas del gran David Pastor, un pedazo de músico de los mejores de este país (buscad el currículum por internet, que es impresionante) y que le va a dar el toque de clase que probablemente no merezco, jejejé.
Ahora estoy en Málaga, después de dar un conciertazo (aunque está feo que yo lo diga) en la feria de mi ciudad natal para miles de boquerones y boqueronas, y me voy a tomar unos días de descanso (pocos) antes de seguir con el disco y con todo. Aún quedan un par de entregas de este diario amiguitos, así que no dejéis de echar un vistazo a la revista Efe Eme la semana próxima, a la misma Kan-Hora, en el mismo Kan-Canal.
¡Buenas noches, Gormities!
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