Eduardo Izquierdo nos ofrece esta lista de temas poco conocidos de Johnny Cash, y que sirve como guía de escucha de su libro “Johnny Cash. Apocalipsis y redención”, editado por Efe Eme.
Selección y textos: EDUARDO IZQUIERDO.
Entrar en el Johnny Cash más desconocido es un trabajo excitante. Os lo aseguro. Llegar a la personalidad de alguien tan poliédrico, con tantas aristas en su vida es un reto importante. No sé si lo he conseguido en “Johnny Cash. Apocalipsis y redención”, aunque lo que sí he hecho es disfrutar del intento. Investigando, arañando datos, escuchando una y otra vez sus discos. Intentando compartir con alguien que ya no está sus pensamientos más profundos. Y entiendo que a muchos les asuste entrar en alguien tan a fondo, pero creo que vale la pena conocer al Johnny que hay más allá de “I walk the line” o “Ring of fire”. Esta es una pequeña guía de escucha para acompañar a mi humilde tomo. Insignificante, ante la discografía enorme de Cash. Huyendo de muchos de los clásicos y centrándome en canciones esenciales en el libro. Con fragmentos de este acompañando la música y, si me permiten, con un último consejo: no se queden ahí. Los textos comentados son fragmentos del libro.
‘Five feet high and rising’
La canción, esta sí, reúne una de las principales características del álbum: Cash combina sus letras tristes y lúgubres con melodías alegres y hasta diría que optimistas. Aquí utiliza un simpático crescendo mientras el agua pasa de «dos pies» a «cinco pies y subiendo», e incluso tiene tiempo para aportar algo de sentido del humor con versos como «creo que vamos a ser bendecidos con algo más de lluvia».
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‘Going to Memphis’
Una adaptación de un tema descubierto y arreglado por Alan Lomax que se convierte en una de las joyas del disco. Cash lo prepara con una excelente historia previa que recoge buena parte de sus preocupaciones: presos, trabajo, injusticia y muerte.
‘The legend of John Henry’s hammer’
Sorprende que JR se atreva a abrir el álbum con los más de nueve minutos de “The legend of John Henry’s hammer”, compuesta a medias con June Carter. Basada en una leyenda contada en Virginia, la canción gira alrededor de John Henry, un tipo que se encargaba de poner clavos en las líneas del ferrocarril (de nuevo los trenes).
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‘The ballad of Ira Hayes’
Pero aquella noche, Cash no solo se llevó el encontrarse con Dylan como anécdota sino que, lo que es más importante, descubrió la grandeza de una canción, “The ballad of Ira Hayes”, que iba a convertirse en la piedra angular de su próximo disco. Fue Gene Fergusson, un trabajador de Columbia, el que aconsejó a Johnny que se acercara a ver a LaFarge al Village y que, sobre todo, se fijara en la grandeza de aquella canción.
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‘Apache tears’
Este tema le debe mucho a “Old Apache squaw” y sobre todo a las frases «Has tenido los ojos empañados durante años / ¿Podría ser la niebla de tus lágrimas?». A partir de esas frases, Cash intenta escribir de la forma en que lo hace LaFarge y, pensando en la madre de Ira Hayes y en su encuentro crea una canción sencilla pero inspirada y, sobre todo, llena de ternura. «Los soldados yacían boca arriba con las negras lágrimas de los Apache».
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‘25 minutes to go’
“25 minutes to go”, un tema espléndido que Shel Silverstein había incluido tres años antes en su disco Inside Folk songs. La canción está interpretada por un supuesto condenado a muerte y cada verso explica su sensación sobre cada minuto que le queda en una cuenta atrás hacia la horca.
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‘Greyston Chapel’
El reverendo Gresset, promotor de todo aquello, dijo que tenía que pedirle un favor a John: ‘quiero que escuches una canción escrita por Glen Sherley, un recluso de Folsom, que está encerrado por robo a mano armado. Has estado tan ocupado que no he podido hablarte de él pero me pareció que si pudieras hablar mañana sobre que habías oído la cinta le haría mucha ilusión». La continuación de la historia es de sobras conocida. Cash no solo escuchó la canción, «Greyston Chapel», sino que le encantó y la interpretó en el concierto.
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‘Long black veil’ (Rosanne Cash)
Sin duda, una de las canciones favoritas de Johnny Cash de todas las que Rosanne iba a incluir en The List es «Long black veil», que como ya hemos citado el de Arkansas incluyó en su Orange blossom special (1965) y como apertura de Unearthed (2003). Un tema fantástico con una letra made in Cash que popularizó Lefty Frizzell. La historia de un hombre acusado de asesinato que acepta ser condenado a muerte por no desvelar su coartada: que estaba teniendo una aventura con la mujer de su mejor amigo.
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‘Why me lord?’
El primer volumen de las “American Recordings” debía seguir con un tema gospel o religioso, para completar el círculo de las obsesiones de Cash. Y la canción elegida es “Why me?” de Kris Kristofferson, aquí convertida en “Why me, Lord?”. La canción es realmente perfecta para Johnny. Grabada por Kristofferson dentro de su disco Jesus was a capricorn (1973) el historiador Bill Malone explica que «suena como un hombre que ha vivido mucho pero ahora se humilla delante de Dios» ¿Se puede imaginar algo más idóneo para ser cantado por Cash? Definitivamente no.
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‘The beast in me’
Volviendo a nuestro ya habitual salto temporal que nos lleve al primer volumen de las American Recordings, el tercer tema que encontramos es “The beast in me”, canción compuesta por Nick Lowe, exyerno de Johnny, que fue publicada por su autor meses después a la aparición de la versión de Cash, en su disco The impossible bird (1994). Pero ¿qué lleva a una persona como Cash, aparentemente serena y religiosa a grabar una canción como esa en un disco que debía ser una radiografía de su vida?
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