Marco Alemanno, de 32 años, convivió los últimos diez años con el cantautor italiano Lucio Dalla, fallecido repentinamente en Suiza hace cinco meses. Al no apaecer un testamento, Alemanno queda excluido de la herencia, que pasa a manos de seis primos, con los que Dalla no mantenía una estrecha relación.
La herencia consta de una vivienda de 2.400 metros en el centro de Bolonia, una casa en las islas Tremiti, una villa a los pies del Etna (Sicilia), obras de arte contemporáneo, un barco de 22 metros de eslora, acciones de productoras de música, y los derechos de autor de las canciones que generan medio millón de euros al año.
Dalla quería crear una fundación para la formación de jóvenes músicos. Los primos, en un principio se mostraron partidarios de continuar con el proyecto, pero cuando quedó claro que no había testamento y eran los únicos herederos, cambiaron de opinión.
