Ayer, 19 de enero, el FBI cerró la web de descargas Megaupload y detuvo al fundador de la misma, el alemán Kim Schmitz (alias Kim Dotcom, con residencia en Hong Kong y Nueva Zelanda), y a tres de sus socios en lo que el departamento de justicia de Estados Unidos calificó como una de las mayores operaciones contra la piratería en la internet de la historia del país. Las detenciones tuvieron lugar en Nueva Zelanda, acusados de tomar parte en una conspiración criminal para lucrarse con la distribución ilegal de contenido protegido por las leyes de propiedad intelectual. El FBI y el departamento de justicia consideran que Megaupload y Vestor (empresa asociada) causaron daños a la industria del entretenimiento por valor de 386 millones de euros en concepto de material difundido de forma ilícita y que con los anuncios incluidos en las webs obtuvieron ingresos de 135 millones de euros. En la operación se han ejecutado más de veinte intervenciones de bienes en un total de nueve países, en las que se han incautado alrededor de 50 millones de dólares. También se han intervenido servidores de la compañía en Virginia, Washington, Holanda y Canadá y se han retenido dieciocho dominios de Internet asociados a las compañías intervenidas.
En la demanda del gobierno de Estados Unidos se considera que Megaupload y los sitios asociados a ella han tomado parte, durante cinco años, en «una megaconspiración, una organización criminal de dimensiones mundiales cuyos miembros tomaron parte en actos de infracciones de los derechos de autor y en lavado de dinero a escala masiva”, añadiendo que la intención era «reproducir y distribuir de forma intencional muchos millones de copias ilícitas de obras diversas, incluidas películas, programas de televisión, grabaciones musicales, libros electrónicos, imágenes, videojuegos y otros programas informáticos». También se les acusa de blanquear dinero pagando a usuarios a través de un sistema de incentivos a quienes publicasen archivos con más descargas y con pagos a otras compañías para alojar contenido que infringía la propiedad intelectual.
En la demanda, se cita el sistema de funcionamiento de Megaupload, que ofrecía la posibilidad de subir y descargar archivos protegidos por derechos de autor y se asegura que el modelo de negocio de la compañía estaba «expresamente diseñado para promover la publicación de las obras protegidas más populares para que fuesen descargadas por millones de usuarios». Se explica que con este sistema se intentaba desalentar a los usuarios particulares pues se eliminaban los archivos menos descargados con regularidad.
Como respuesta, Anonymous ha replicado al cierre atacando webs del gobierno de Estados Unidos y de la industria discográfica (RIAA) y cinematográfica (MPAA).
