Este 2018 está siendo un año muy intenso para Coque Malla. Desde que publicó el pasado febrero el disco en directo “Irrepetible”, ha recorrido decenas de escenarios. Ahora se dispone a gastar los últimos cartuchos en vivo, y celebrar el colofón final en Madrid, las noches del 6 y 7 de diciembre, en la sala La Riviera. Dos conciertos a los que asistirá acompañado de su banda habitual y de la sección de vientos, y en los que habrá algún cambio en el repertorio que ha manejado estos meses: “Lo vamos a cambiar un poco, vamos a quitar alguna canción y añadir otra. Añadimos una de Los Ronaldos y cambiamos la versión. Estábamos haciendo la de los Piratas (‘El equilibrio es imposible’) y vamos a hacer otra, no digo cuál para que sea sorpresa. Recuperamos canciones que hace tiempo que no tocábamos… va a ser bastante más largo. Añadimos bastantes canciones”. Una despedida por todo lo alto, y la última oportunidad de verle durante una buena temporada: “Será el último concierto. Todo el año que viene voy a estar sin tocar”, adelanta. Un último concierto, el del 7, para el que ya están agotadas las entradas.
Mientras tanto, y al margen de los conciertos de la gira “Irrepetible”, Coque va a ofrecer otra pequeña gira en paralelo, de cuatro únicos conciertos, a la que ha llamado “Coque Malla y el cuarteto irrepetible”. En estos shows solo se acompañará del teclista David Lads y de una sección de cuerda formada por Juan Luis Gallego como primer violín, Gala Pérez al segundo violín, Sergio Sola a la Viola y Juan Pérez de Albéniz al chelo. Un cuarteto de cuerda con el que hará, precisamente, cuatro conciertos: el 26 de octubre en Vigo (Auditorio Mar de Vigo), el 2 de noviembre en Avilés (Auditorio Centro Niemeyer), el 20 de noviembre en Pamplona (Teatro Gayarre) y el 23 de noviembre en Murcia (Teatro Romea). El formato es otro, y los temas también: “El repertorio es diferente. Se parece bastante: está ‘La señal’, ‘La carta’… pero hemos elegido canciones que peguen con las cuerdas”. Así afrontará otro reto más antes de acabar el año y despedirse de los escenarios por un tiempo, para ponerse a preparar su próximo disco.