«Es el disco que produciría Johnny Depp para el mercado yanqui si se lo descubriera Tom Waits o la banda sonora de la película que le falta por dirigir a Tim Burton, si traicionase a su inseparable Danny Elfman»
Vinicio Capossela
«Marinai, profeti e balene»
LA CÙPA/WARNER
Texto: MIGUEL TÉBAR ALMANSA.
¿Desde cuándo Milán tiene mar? Seguramente desde que habita por sus calles el pirata musical más interesante de la península itálica. Porque, en el caso de Vinicio Capossela, uno no es de donde nace, ni siquiera de donde pace, es del mundo por el cual decide navegar. Y en su caso, ni siquiera necesita de agua para surcar los mares, pues estos marineros, profetas y ballenas pertenecen al imaginario de un intrépido.
En «Marinai, profeti e balene» obviamente se encuentran los citados personajes principales, aunque también podremos escuchar/visualizar: cantos de sirena –es posible soñarlas bailando a torso desnudo– y demás monstruos mitológicos: imaginarios y reales, héroes shakesperianos, dramas bíblicos, los viajes de Omero o las historias melvinianas. Todo hilvanado en el inmenso mar de una mente creativa o, quizás, en las fauces de la misma Moby Dick.
Es una ópera concebida viajando. Desde la parroquia S. Maria Assunta y el castillo aragonés de Ischia (Italia) –con un maravilloso piano de cola Seiler ¡de 1920!–, a través de la isla Creta (Grecia) –donde nos descubre al maestro Psarantonis– hasta llegar a la capital condal (España) –para apropiarse de la Máquina Mecánica fabricada por CaboSanRoque–. Entre sus partituras se encuentra el lógico sonido del Mediterráneo, algunos ecos balcánicos, la huella zíngara, sus encontradas raíces rebéticas, unas sorprendentes voces swing –la de las hermanas Marinetti–, los coros de algunos británicos tabernarios recién desembarcados –¡cómo no!– y mucho más.
África en la otra orilla… Leviatán a la vista. El destino, la suerte, el viaje, la elección, el equívoco, lo oscuro… Todo esto ya lo avanzaba –para el quiosco italiano– justo hace un año, con un EP propiamente llamado «La nave sta arrivando» (La Cùpa/l’Expresso, 2011) en el que incluía la adaptación de la anti opresiva ‘When the ship comes in’ o la reescrita ‘Polpo d’amor’, un tema de Calexico –la fronteriza banda con quien colaboró en su anterior íntimo disco: «Da solo» (Warner, 2008)– que vuelve a aparecer entre los 19 cortes del CD doble que nos ocupa (la versión en italiano de Bob Dylan se encuentra en el DVD que acompaña a la edición de lujo).
El nuevamente premiado álbum del italiano Vinicio Capossela es un empeño propio a contramarea, es el disco que produciría Johnny Depp para el mercado yanqui si se lo descubriera Tom Waits o la banda sonora de la película que le falta por dirigir a Tim Burton, si traicionase a su inseparable Danny Elfman.
¿Entra por los ojos? Sí, si usas un catalejo. ¿Y por los oídos? Siempre que tú tengas espíritu aventurero.
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