«La música de estos aragoneses tiene la luminosidad que anuncia el título de este segundo disco»
The Patinettes
«Commit to the light»
AUTOEDITADO
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
No merece la pena entrar de nuevo a hablar de la importancia del segundo disco. De la dificultad que supone para una banda encarar un segundo asalto con peligro de K.O. técnico después del grandes éxitos que supone todo disco de debut, para qué engañarnos. Pero sí que merece ser destacado el hecho de que un segundo disco supere ampliamente al primero, quizá porque eso ya suele ser bastante menos habitual. Y eso es lo que sucede con el nuevo trabajo de The Patinettes, el que supone la continuación de su inicial «Bliss» y que supera sin paliativos a aquel.
Pocos inventos. Eso es lo que contiene «Commit to the light» y esto se convierte a la vez en lo mejor y lo peor del disco, aunque esta última definición quizá sea ir demasiado lejos. A explicarnos. Diremos que el tránsito por caminos ya recorridos por otros anteriormente, el uso de fórmulas reconocibles, hace más difícil que la escucha del álbum sea tomada en cuenta como merece. Eso no se puede negar. Donde juegan The Patinettes ya lo hicieron los Kinks, los Jayhawks, Matthew Sweet y hasta los Beatles. Y eso es terreno abonado al fracaso. En cambio, superan la prueba de forma notable. Casi rozando el excelente. Porque sus juegos vocales chico-chica funcionan. Sus guitarras suenan de forma compacta (bien, por la producción). Y sus melodías, léase sus canciones, tienen la dosis necesaria de adicción para que el paso del disco sea agradable al oyente.
Y es que la música de estos aragoneses tiene la luminosidad que anuncia el título de este segundo disco, y ahí están ‘The sun of your eyes’, ‘Girl man of Cinammon o ‘A discotheque song’ para demostrarlo. Además, han ganado en definición. Han tocado menos palos y han definido mejor su propuesta. Y eso les ha ido bien. Muy bien.
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