«Los seguidores del rock and roll clásico y del rockabilly tienen que anotar el nombre de Teorema. Formación barcelonesa que gravita alrededor del histórico Teo Serrano»
Teorema
«(Soy eres mi tu) Reflejo en el espejo»
DIAGONAL
Texto: JUAN PUCHADES.
Los seguidores del rock and roll clásico y del rockabilly tienen que anotar el nombre de Teorema. Formación barcelonesa que gravita alrededor del histórico Teo Serrano, bajista y vocalista (también se encarga de las programaciones) que pasó por Loquillo y Los Intocables y lideró Teo y Los Reincidentes. Junto a él, el guitarra Lauren Jordán (Gatos Locos, Inoportunos, y autor de varios libros imprescindibles sobre el mundo rocker en España), el batería Tito Roselló (The Sharks, Yo Know Band, 13 Rockets) y el saxofonista Sesk Capell (Teo y Los Reincidentes) ayudan a sacar adelante un repertorio propio, compuesto por Serrano, que se adentra con buen humor en la estética rockera pero sin olvidar géneros como el pantanoso zydeco o el acelerado power-pop, incluso trae ecos hispanos tan simpáticos como los de ‘Una noche con gracia’ que recuerdan a experiencias similares y lejanas de Los Brincos o Los Cheyenes. Aunque el estribillo de la canción ‘La lección nº 1’ es el que mejor puede definir las intenciones de la banda: «La lección, / la lección nº 1, / rock and roll. /A mí nadie me ha ganado, / es mi elección, / porque nunca me he rendido. / Rock and roll, / lección nº 1, / nunca es nunca». Vamos, que sí, que lo de ellos es rock and roll, y como explica Teo Serrano en las notas interiores del álbum: «La aventura de hacer música, que unos llaman profesión y otros oficio, es para mí otra cosa… es una vocación».
Teorema, por si todo lo dicho arriba no fuera suficiente, saben lo que se llevan entre manos y atacan con absoluta solvencia canciones de orientación clásica, con letras que dan vueltas a las temáticas propias del género: esencialmente el amor y sus consecuencias. Dejan trece estupendos cortes con melodías de las que te hacen olvidarte de todo y obligan a mover los pies mientras suenan guitarras en primer plano, la batería y el bajo se lanzan colina abajo y los coros se despliegan en formación. Es cierto que no inventan nada, pero tampoco lo pretenden, solo hacen lo que les gusta, y por supuesto que saben cómo hacerlo, derrochando buen gusto, ¡que no es poca cosa!
¿Canciones favoritas? ¡Hay para elegir!: ‘Canción de lobos’, ‘Aráñame’, ‘Una noche con gracia’, ‘(Maldito) Septiembre’, ‘Piratas de amor’, ‘Durmiendo con Adriana’, ‘¿Qué pasa cuando no sabes hacer una bonita canción pop?’ (¡gran título!) y ‘Flor de jade’. El mayor pero de este cedé es, en todo caso, la falta de intensidad de la mezcla (y probablemente de la masterización) que le resta brillo y profundidad a lo que podría ser una grabación muy potente. Cosas de la autoedición y la pobreza de medios, algo a lo que nos tenemos que ir acostumbrando cuanto antes, pues forma parte de los efectos colaterales provocados por la situación comercial de los discos. Pero, bueno, todo está en poner oído atento y quedarse con lo que importa, las canciones y las intenciones, que esas no fallan.
–
