«Entre el Paul McCartney de “Sgt Peppers” y el Brian Wilson de “Pet sounds”, dos compositores y dos discos, que, con toda probabilidad, han marcado la creación de ‘Durante el fin del mundo»
Ross
«Durante el fin del mundo»
CLIFFORD RECORDS
Texto: ÀLEX ORÓ.
Ha sido un feliz reencuentro. Confesamos que le habíamos perdido la pista a Ross durante muchos –demasiados años–. Nuestros recuerdos sonoros se remontan a a las reminiscencias lisérgicas de “Supersonic spacewalk” (Munster, 1998), aunque la banda murciana capitaneada por Juan Antonio Ross había editado posteriormente “Rossland” (Sandwich, 2001), un disco muy celebrado y con el que estamos en deuda por no haberle prestado suficiente atención en su momento. Desde entonces, Ross había estado en hibernación discográfica. Durante este tiempo, Juan Antonio Ross inició algunos proyectos paralelos como La Momia Que Habla o Rumor y parecía que ya nada más sabríamos de aquella luminosa banda que nos cautivó en el 98. Por tanto, ha sido una sorpresa que en la recta final del 2012 nos llegara a la manos una copia de la edición en vinilo de “Durante el fin del mundo”, el disco que supone el regreso discográfico de Juan Antonio Ross.
El primer y más significativo cambio que apreciamos nada más pinchar el disco es el cambio de idioma. Ross, al igual que han hecho muchos artistas españoles en los últimos años, abandona el inglés para pasarse al castellano. En lo estrictamente musical, Ross se mantiene fiel a sus influencias del pop de los 60 y los 70, aunque siempre pasadas por el túrmix de su particular visión de la música popular. Así, por ejemplo, ‘Cometa’, el tema que abre el disco, es una agradable mixtura entre el Paul McCartney de “Sgt Peppers” y el Brian Wilson de “Pet sounds”, dos compositores y dos discos, que, con toda probabilidad, han marcado la creación de “Durante el fin del mundo”. En cambio, el pop vibrante ‘Magia’ tiene algunos tics de los ochenta pero sin caer en la opulencia sonora que marcó, en muchas ocasiones para mal, muchas producciones de esa década. De hecho, la electrónica tiene un peso importante en este disco. Temas como ‘Espiral’ o ‘Single’ son la prueba de que la influencias de los sesenta y setenta se pueden combinar con sabiduría con las programaciones y los teclados. ‘Música de jazz’, es el más “wilsoniano” a nivel vocal de los temas de este disco de regreso de Ross, pese a los conqueteos con género citado en el título. La herencia lísergica de antiguos temas como ‘Glass onion world’ se recoge en ‘Sueños’, con esas guitarras que recuerdan al sonido “Revolver”. ‘Balibrea’ y ‘Salir’, en cambio, sin abandonar estas influencias, se adentran por otras latitudes estilísticas. La primera juega con el folk y ampulosos arreglos, a medio camino, en esta ocasión, entre los Beach Boys y los primigenios Bee Gees.
El paso del tiempo, lo onírico y lo fugaz están presentes en las letras de las doce canciones incluidas en la edición de vinilo (en la de disco compacto hay un par de “bonus tracks”). El elepé se cierra con la canción que le da título, un ralentizado resumen sónico de todo lo que nos ha ofrecido en ‘Durante el fin del mundo’, un tema con letra apocalíptica que recuerda, en sus primeros compases, al ‘Space oddity’ de Bowie. Ross ha regresado después de doce años de inactividad, esperamos que sea para quedarse.
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Anterior disco del día: Billy Joe Shaver.
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