«Encuentra espacio para darle alguna vuelta más de tuerca a su fusión personal entre el rock y las músicas del mundo»
Rachid Taha
«Zoom»
NAÏVE
Texto: GERNOT DUDDA.
En ese “tour-de-force” continuo que le permite superarse en cada entrega, Rachid Taha todavía encuentra espacio para darle alguna vuelta más de tuerca a su fusión personal entre el rock y las músicas del mundo. Allá por los años noventa, en sus inicios en solitario, tuvo como maestro a un rockero peculiar, Steve Hillage, que le abrió los ojos a las múltiples posibilidades de la tecnología. Por supuesto que Taha no se quedó solo ahí, y podemos decir que ahora goza de esa imagen de plenitud propia de un artista contemporáneo, capaz de controlar su imagen, su creatividad, su repertorio, su compromiso, su visión estética, los procesos de producción y, lo más importante, sus intenciones de futuro. Lo paradójico es que para él este futuro parte del pasado, que aquí está entre Elvis Presley y la gran Oum Kalsoum, dos irreductibles torrentes de pasión. Memphis y Egipto a partes iguales. Guitarras eléctricas y laúdes árabes. Material muy inflamable para un súbdito rockero que necesita teñir siempre de sensualidad oriental su espíritu rebelde.
Rachid Taha comparte con Vinicio Capossela esa brillante manía de crear personajes híbridos que le permiten dar con su particular héroe de leyenda. Esa equilibrada mezcla de caballero y pendenciero, de príncipe y truhán, que tanto ha enriquecido la literatura (y las más hacendosas fantasías femeninas) es la que le pone en disposición de poder hacernos entender estos dos horizontes culturales que le afectan. Estos están presentes a lo largo del disco, empezando por aquellas canciones que empiezan con laúd árabe y se prodigan luego hacia direcciones más eléctricas, que es lo que siempre ocurre. Como en la contundente ‘Zoom sur Oum’, dedicada a la legendaria diva egipcia, presente con su voz en toda la pieza. O en ‘Now or never’, el famoso ‘O sole mio’ de Elvis, que viene a beneficiarse de un proceso similar de transformación lingüístico-cultural al contar aquí con una nueva letra en árabe.
Luego está la de veces que la guitarra trémolo se cuela, intrigante, en buena parte del recorrido (‘Galbi’ es un ejemplo modélico). O en la gran cantidad de ocasiones en que las piezas se convierten en una suerte de melopea orgiástica (y la sensación de que tanta energía producida no ha podido estar nunca mejor empleada). Una sorpresa muy agradable está en ese ‘Algerian tango’, un curioso cruce de dub, Farfisa y guitarra trémolo (con la voz de Mick Jones de The Clash), herencia de las cosas que hacían en este sentido The Specials, Fun Boy Three o los propios Clash, hace más de 30 años.
Grabado entre París y los Real World Studios, “Zoom” está producido por el omnipresente Justin Adams, que le cede los mandos a Brian Eno en el bonus track del álbum: una versión de ‘Voilà voilà’ donde cantan juntos, contra la xenofobia, gentes tan distintas como Agnès B, Rachida Brahkni, Eric Cantona, Femi Kuti y Christian Olivier. Rock y compromiso.
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