El disco del día: Pepe Rivero Trío

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«Duke Ellington decía que arreglar es una nueva forma de componer y a esto se ha agarrado Pepe, que realmente no necesita agarrarse a nada para desenvolverse con tremenda naturalidad en lo que toca»

Pepe Rivero Trío
«Los boleros de Chopin»
UNIVERSAL


Texto: GERNOT DUDDA.


Las famosas “descargas” latinas de la noche de los viernes en el Café Berlín de Madrid alumbraron a un pianista portentoso. Lo demostró tanto en sus aportaciones para el Ben Lierhouse Project como en sus producciones como Pepe Rivero and Friends.

Dueño tanto de la torrencialidad afrocubana como de la satinada sensualidad del bolero, Pepe Rivero cultiva bien los maravillosos extremos que le proporciona su nacionalidad cubana, con tantos ascendientes importantes sobre las teclas. Y de los dos extremos lleva también en este nuevo trabajo, como así cabe también esperar cuando se trata del célebre compositor polaco, cuya música toma Pepe prestada para “construir” a su bola y sin complejos, pero sin faltarle nunca al respeto.

Duke Ellington decía que arreglar es una nueva forma de componer y a esto se ha agarrado Pepe, que realmente no necesita agarrarse a nada para desenvolverse con tremenda naturalidad en lo que toca, escabulléndose claramente del corsé supuesto para este tipo de acercamientos “clásicos”. Cuando las piezas tomadas se reconocen claramente por sus melodías, no suenan milagrosamente con el almíbar de otras experiencias “clásicas”. Paquito D’Rivera se deshace en elogios en las notas interiores del disco. Recuerda la anécdota de Olga Guillot en un ensayo en el Teatro de Bellas Artes de San Juan de Puerto Rico, cuando tras escuchar embobada un hermoso nocturno tocado por su director musical, el gran Julio Gutiérrez, acertó al decir: “Si ese Chopin hubiera nacido en Cuba o en México, seguramente hubiera compuesto unos bolerones de espanto, ¿no e’ verdad Julio?”.

Anterior entrega del disco del día: The New Raemon.

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