«Trabajo de versiones atípicas y, a la vista de los títulos elegidos, nadie esperaría de Metheny muchas de estas canciones, en las que muestra un perfil minimalista»
Pat Metheny
«What’s it all about»
WARNER
Texto: GERNOT DUDDA.
Pat Metheny es siempre “palabras mayores” y todo lo que firma se hace cada vez merecedor de la mayor de las atenciones. Y aunque no lo parezca, a su manera sabe también epatar al personal a modo. Esta vez con un trabajo de versiones atípicas. Es decir, a la vista de los títulos elegidos, nadie esperaría de él muchas de estas canciones, en las que muestra un perfil minimalista y aun así con infinitos detalles sutiles a cada esquina. Es más, la propia melodía es en muchos casos el elemento sutil a descubrir. Prefiere sugerir a mostrar.
Desde 2001 ya solía tocar estas y otras versiones en los descansos de sus conciertos, pero nunca llegó a registrarlas. Ahora lo ha hecho siguiendo el consejo de los técnicos y el personal de gira, grabándolas además en un solo día de febrero. Es la primera vez en su larga carrera que un álbum suyo no recoge composiciones propias. Estéticamente no cuesta mucho remontarse a ese gran “New Chautauqua” de 1979, en el que Pat Metheny estableció unas reglas verdaderamente mágicas en la relación entre guitarras acústicas de 6, 12 y 15 cuerdas. Aquí prácticamente se basta y se sobra con su guitarra barítono de Nashville. Empieza a largar lastre con ‘The sound of silence’ (Simon & Garfunkel), verdadero buque insignia del trabajo, para la que también usa una descomunal Picasso de 42 cuerdas que toca como un koto japonés. Una versión sin duda memorable y alejada de lo que ya conocemos de esta canción. También se atreve con The Beatles en plan bossa-nova (‘And I love her’), Burt Bacharach (‘Alfie’), Antonio Carlos Jobim & Vinicius de Moraes (‘Garota de Ipanema’), Carly Simon (‘That’s the way I’ve always heard it should be’), The Association (‘Cherish’) o Henry Mancini (‘Slow hot wind’). Incluso se acuerda del Sonido Filadelfia, con ese ‘Betcha by Golly, Wow!’ de los Stylistics que suena aquí tremendamente latino. El trabajo de re-composición es de tal magnitud que no es justo que Pat Metheny no cobre esta vez un duro de autores, pero así son las cosas… No creo que a él le importe.
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Anterior disco del día: Ron Sexsmith.
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