«No se puede calificar de original, ni de explorar nuevos caminos, pero descaro y ganas hay de sobra en el álbum para que sea un disco enorme»
Novedades Carminha
«Jódete y Baila»
LIXO URBANO
Texto: CÉSAR PRIETO.
La escucha del segundo elepé de estos gallegos muestra de nuevo las apariencias de un punk brioso, provocador y sencillo pero efectivo en las letras; una tradición que viene de Siniestro Total, se salpica algo del nuevo garaje y está en la justa frontera entre el rock jaranero y el pop más enérgico. Desde luego todo esto existe en el disco, pero la crítica no se ha dado cuenta de que además está enmarcado en un explosión musical propia de Galicia en los años 90 del pasado siglo: el rock bravú. El rock bravú partió de una premisa fundamental: las guitarras han llegado a la aldea y reflejan el mundo donde se combinan lo globalizado y verbenero; en las letras, instrumentos agrícolas, desguaces y tiendas de pueblo. Hubo decenas de estos grupos e incluso se llegó a editar una revista que contaba el mes a mes del fenómeno. Los más inteligentes, los que superaron el género fueron Os Diplomáticos de Monte Alto, quizás por el arrojo de su lider –Xurxo Souto– hoy escritor e ideólogo en la estela de Manuel Rivas.
No sería desacostumbrado situar a Novedades Carminha dentro también de esta corriente. Solo ello podría explicar que la canción que da título al disco sea una cumbia de manual o que tengan letras en las que se combinan a la perfección lo globalizado con lo etnográfico, atentos a ésta de ‘Amor rural’: “te invito a una gaseosa en el centro comercial”. O las irreverentes alusiones a ‘Santiago Apostol’, o el recuerdo a la canción del verano, silbido y alegría, que es ‘Playas, marisco y sol’. Sería impensable toda esta ambientación si no hubiera existido el rock bravú.
Pero también son, como digo, una banda en la que el bravú aporta espíritu más que tendencias estilísticas, bebe de la inmediatez, de guitarras de lata, de una voluntaria tendencia a lo crudo. Véase si no ‘F.O.L.L.A.R’ en la que con la guitarra inicial y la entrada de la voz uno tiene que sacudir la cabeza para captar si se ha equivocado y está escuchando a Kaka de Luxe; el fraseo es clavadito a Manolo Campoamor. No se puede calificar de original, ni de explorar nuevos caminos, pero descaro y ganas hay de sobra en el álbum para que sea un disco enorme.
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