«Pocas veces en los últimos tiempos se ha conseguido que el mundo infantil parezca tan inteligente y tan esplendoroso»
Magín Blanco
«A nena e o grilo»
OQO
Texto: CÉSAR PRIETO.
Escuchando el último proyecto del gallego Magín Blanco a uno le viene a la cabeza que existe una manifestación musical que parece haberse perdido, aquella en que los cantautores jugaban la baza del mundo infantil y publicaban discos con canciones dedicadas a los niños. Rosa León quizás sea la que ha permanecido más en la memoria popular, pero en María Elena Walsh, en Mocedades o incluso en Ana Belén –en su etapa seria– se pueden rastrear composiciones desde esta perspectiva.
“A nena e o grilo” en principio fue un libro de cuentos en el que las ilustraciones de Iván Prieto acompañan a unos relatos humildes y efectivos sobre la amistad entre los dos personajes, a partir de aquí se ha convertido en un espectáculo en el que se despliegan la música y las referencias de las narraciones. Y en medio una colección de canciones, canciones en que Magín se acompaña de la mano de Uxía y en la que participan desde músicos de larga trayectoria en Galicia hasta un coro de niños que canta en múltiples idiomas.
Vamos a ellas, pues. Desde luego, éste no es sólo un disco para niños sino un disco que recrea el mundo de los niños. Un poco a la manera –y perdonen, no es irreverencia, es que Magín es amigo y ha grabado a dúo con ellas– de Vainica Doble. De hecho, ‘Nena menciñeira’ es una pieza de acid folk a la gallega que recrea esos juegos de brujería inocente que tan bien tramaron las Vainica. Pero es que hay muchas más texturas en este disco de empuje coherente, desde la rumba de tono placido y esencia carioca que lo abre. Un disco que canción a canción va brillando más hasta llegar a una segunda mitad con verdaderas delicias, tanto en la instrumentación como en unas letras que bordean el camino de la fantasía y el de la inocencia sin llegar a perderse en ninguno.
Ahí están ‘Era festa’, con su violín de aire campesino y de brazadas optimistas, ‘Vou do revés’, cálida y traviesa, o el canto de amistad que es ‘Arco da vella’, que con su espíritu pop denuncia bien a las claras el mundo del que viene el compositor. Pero aún falta avanzar un tanto más para llegar a la canción más original, aquella en la que sabe recrear esa retahíla de juego que entre la letra, la atrevida voz y el acordeón llega a los gérmenes más íntimos. Es lástima que toda esta vitalidad y este entramado de ingenua belleza pasen tan desapercibidos, pues pocas veces en los últimos tiempos se ha conseguido que el mundo infantil parezca tan inteligente y tan esplendoroso.
–
Anterior entrega del libro del día: Luis Vil & La Mala Crianza.
