«Canciones que parecen nacer de una melancolía, de una añoranza por algo que aún no se sabe qué es»
Mae Kurtz
“Drain”
TEMPSRECORD
Texto: JUANJO ORDÁS.
Hacía tiempo que no se sabía nada de Mae Kurtz. Y había ganas. Habitualmente los músicos españoles que cantan en inglés pecan de no dominar el idioma, de letras lamentables y de una pronunciación deficiente. Afortunadamente ese no es el caso de Mae, algo que ya dejaba claro desde su primera demo que ya comentamos en Efe Eme. Aunque de eso hace mucho tiempo. Sin embargo haya merecido la pena esperar tanto al que es su debut en largo. El afterpunk sigue alimentándola a lo largo de estas diez canciones, algunas estrenos, otras viejas conocidas vueltas a revestir.
Hay que citar a Joy Division como influencia una vez más, aunque Kurtz logre escapar de mimetismos gracias a una óptica distinta que incluye una voz expresiva que poco o nada tiene que ver con Ian Curtis. “Drain” es un disco oscuro, gris, aterciopelado, de guitarras generosas, dinámico. Hacerlo sonar es ahogarse en la soledad, con elegancia pero sin salida. Hay recursos que pueden descolocar al irredento fan del post-punk, como el misterioso piano de ‘Strange moonlight’, rompiendo el tempo, manteniendo al oyente al acecho o la hipnótica ‘Find me’ con sus siniestras líneas de efectista guitarra.
Es digno de mención que, con economía de medios, “Drain” suene con distintas capas que no se perjudican entre sí, con espacio sin apilar dimensiones. Un paseo por la orilla del río, entre niebla y luces tenues, en una tarde invierno. Nunca solo, siempre con Mae. Abrigados por su voz de ultratumba y por canciones que parecen nacer de una melancolía, de una añoranza por algo que aún no se sabe qué es.
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