«Esta nueva obra mira con los ojos como platos hacia el pop internacional y recoge unos cuantos dejes, pero la personalidad del grupo es un columna blindada que aguanta el peso»
Love of Lesbian
“La noche eterna. Los días no vividos”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
Es bastante difícil de entender por qué, una vez que llega, el éxito es sometido a todo tipo de escrutinios, como si acceder a él tuviera que ir forzosamente unido a un compendio de razones y justificaciones. Es un hecho que Love of lesbian es una banda de éxito, porque no han hecho concesiones más allá de la madurez y han logrado conectar con una amplia base de fans. Junto a Vetusta Morla, son los valedores de una nueva oleada de música popular alternativa, entendiendo esta como un conjunto de características instrumentales y compositivas, no como una estrategia de marketing ya caduca (y de donde viene el obsoleto término indie). Pero hablábamos del éxito, y el éxito es conexión con la audiencia sin traiciones de por medio o, al menos, dentro del grupo. Y claro que Love of lesbian han tenido éxito, cierto que forman parte de una corriente dominante en ciertos medios, pero no deja de tratarse de un movimiento con un argumentario que explotar.
Cabría señalar el egocentrismo de este nuevo movimiento de pop alternativo como su debilidad, poco parece acontecer más allá del fuero interno y si se plasma alguna visión más allá de cinco metros cuadrados prácticamente se hace de forma borrosa. Y Love of Lesbian siguen ahí, inamovibles pero, y esto es fundamental, grabando muy buenas canciones. Si “1999” se situó como su mejor obra, “La noche eterna. Los días no vividos” no tendrá problemas en colocarse a su lado. Como disco doble que es, sobre él se lanzarán todos los prejuicios que existen contra este titánico formato, ¿pero por qué no comenzar a disfrutar de amplias colecciones de canciones? Es hora de apreciar el doble álbum (o cedé) como un banquete, sin miedo a la saturación. Y es que “La noche eterna. Los días no vividos” no satura, es más, su duración es adecuada, las canciones ruedan como engranajes bien engrasados e incluso apetece una segunda ronda.
El universo que exploran es limitado y ególatra, pero divertido, rico en ingredientes y entretenido aunque a veces su sentido del humor impida tomárselos excesivamente en serio, algo que ellos pretenderán aunque una revisión podría granjearles un empaque que les beneficiaría. A nivel sonoro “1999” era mucho más atemporal, esta nueva obra mira con los ojos como platos hacia el pop internacional y recoge unos cuantos dejes, pero la personalidad del grupo es un columna blindada que aguanta el peso, al menos en la actualidad (quizá dentro de unos años el uso de los teclados parezca anclado). Los fieles disfrutarán aunque “La noche eterna. Los días no vividos” es una maniobra sonora para seguir cautivando y añadiendo mucho más seguidores.
–
Anterior disco del día: Arnaldo Antunes/Edgard Scandurra/Toumani Diabate.