«En 1967, la banda más importante de Honduras eran Los Robbins, un combo que combinaba los sonidos surf, el rocksteady, la balada de influencias italo-francesas y el flamenco»
Los Robbins
“La maravilla musical de Honduras”
ELECTRO HARMONIX
Texto: ÀLEX ORÓ.
Desde la segunda mitad de los años cincuenta, la influencia del rock sobre la juventud de todo el mundo se fue extendiendo como una imparable mancha de aceite. Un proceso rapidísimo en la mayoría de países del mundo occidental o socialmente más avanzados y algo más lento en el resto. No obstante, el rock llegó a lugares con poca tradición en música juvenil como Honduras. En 1967, la banda más importante del país eran Los Robbins, un combo nacido en febrero de ese mismo año que combinaba los sonidos surf, el rocksteady, la balada de influencias italo-francesas y el flamenco.
El repertorio de Los Robbins estaba lejos de los paradigmas psicodélicos del rock y el pop de la recta final de la década de los sesenta. Correspondía más al de una banda, por ejemplo española, de la era pre Beatles, anterior a 1962. Pese a ello, en el vinilo de 10 pulgadas que ha editado Electro Harmonix se aprecia que el grupo formado por Guayo Cedeño (guitarra solista y autor de la mayoría de los temas del grupo), Mike Mejía (cantante), Alfredo Matute (bajo), Ricardo Pereira (guitarra) y Mario Montiño (batería) tiene un sonido propio en el que se mezcla el rock con los ritmos propios de su país. Así, grabaciones del período 67-68 como ‘Ceibita de verano’, ‘Brisas del picacho’, la aflamencada versión de ‘El preso nº 9’ o ‘Copan Gaiel’ nos pueden recordar a los discos de Los Relámpagos, aunque especiados a la centroamericana. Se pueden oír acordeones mezclados con precisos punteos surferos. En cambio, ‘A ti sólo a ti’ y ‘Súplica’ serían el equivalente a esas baladas que las compañías de discos obligaban a grabar a bandas como Los Sírex o Los Salvajes. ‘Esperanza’ y ‘Patricia’ representarían la vertiente más pop y caribeña de Los Robbins. La banda hondureña también intentó acercarse al garaje con el tema ‘La sirena”, aunque fue un camino que se quedó a medio explorar.
Electro Harmonix suma con este disco una nueva gema sonora a su colección de grupos latinoamericanos de los sesenta.
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