El disco del día: Los Portazos

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«Lo coloqué en el reproductor y para mi sorpresa me topé con un discazo de concepto y de resolución. Y recordé: siempre eliminar prejuicios»

 

Los Portazos
«La cara la virgen»
WILD PUNK

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Cuando leí en la hoja promo que Los Portazos y éste su primer disco pretendían ser una parodia del pop granadino y español, desconfié de inmediato. El pop casa mal con la parodia; su actitud ha de ser enérgica, libidinosa, delicada… pero poco afín a emplear la sal gruesa. Quizás solo los grupos gallegos triunfen en ver el envés de los géneros. Con esa prevención lo coloqué en el reproductor y para mi sorpresa me topé con un discazo de concepto y de resolución. Y recordé: siempre eliminar prejuicios. De hecho, más que parodia se trata de pastiche, de ejercicios de estilo, y quizás sean las letras lo que más intenta dinamitar lugares comunes, abordar el deje ocurrente. En la música, prestancia absoluta.

Ni siquiera en la reconocida solvencia de los siete componentes, bajados del Sacromonte y de Lagartija Nick, Grupo de Expertos Sol y Nieve, Lori Meyers o Los Evangelistas, encontré esperanzas. Uno espera lo peor y los primeros segundos de ‘Muebles Molina’ lo desmarcan, las cuerdas de una guitarra eléctrica punteadas como por bulerías, no sabe qué se va a encontrar, y de repente arranca una revisión de ese sonido de chulería hispana casi instrumental, un sonido conscientemente rancio a la manera de los Pekenikes o Los Relámpagos, que bebían del surf instrumental por otra parte. Prueba conseguida, mejores expectativas.

Y a partir de aquí demuestran no solo esa solvencia que se les reconocía, sino además soltura, quiebros y regates, juego de mucha técnica. A veces adoptan aires vaqueros como en ‘El día más tonto’ o ‘Río de Oregón’, cercanos a La Frontera o a La Guardia. Y aquí ya atacan con profusión los grupos granadinos y de más lejos. Es un divertido juego ver a qué banda están remedando. Así ‘¿Dónde está mi amigo?’ es sesentera y psicodélica, a la manera de Los Ángeles y ‘El famoso vicioso’ tiene esa languidez melancólica de Los Planetas. Ampliando fronteras, también lisérgica es ‘Puticlub’, musicalmente afín al “Mundo, demonio y carne” de Los Brincos. A un milímetro del plagio del ‘Autosuficiencia’ de Parálisis Permanente encontramos ‘Puta Sociedad’.

Y cuando acaba, con la versión del ‘Brebaje de amor n 9’, de Leiber & Stoller, clavada en sonido garajero, uno respira; es el disco que se tiene a mano para ponerse cuando las baterías se han de recargar obligatoriamente. Es viernes por la noche, hemos de salir y mientras nos cambiamos suena cualquiera de las doce canciones, y absorbemos electricidad, entusiasmo, perspectivas. Un disco que iba a ser defenestrado se convierte en un perfecto acompañante.

Anterior disco del día: Rokia Traoré.

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