«Que nadie espere un docto ladrillo, en este directo hay melodía, hermosas guitarras y ganchos musicales. Esto no es un sudoroso álbum de rock en vivo, sino algo mucho más sofisticado y elegante»
Loquillo
“Loquillo en Madrid”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
Loquillo siempre ha editado discos en directo lógicos, nunca ha utilizado las grabaciones en vivo como excusa para permanecer en la actualidad o para finalizar obligaciones contractuales. De ahí que cada uno de sus «live albums» tenga sentido y peso específico en su carrera. No hace falta recordar la importancia de trabajos como “A por ellos que son pocos y cobardes” (1989), “Compañeros de Viaje” (1997) o “Hermanos de sangre” (2006), todos culminan etapas o sencillamente rememoraban un legado de importancia artística e histórica.
“Loquillo en Madrid” no rompe la regla, es un directo necesario en el que el cantante recoge una de sus múltiples facetas, esa en la que pone voz a la poesía de aquellos autores que le estimulan, algo bastante más natural de lo que parece si se conoce su carrera. No solo lleva grabando discos de estudio de esta índole desde hace dieciocho años, sino que durante prácticamente toda su trayectoria, Loquillo se ha dedicado a cantar y asimilar las letras que distintos autores han escrito expresamente para él, lo cual hace del canto a un poeta ajeno algo distinto pero en gran medida paralelo.
“Loquillo en Madrid” recoge un concierto perteneciente a la gira presentación de “Su nombre era el de todas las mujeres”, su disco del año pasado musicando versos de Luis Alberto de Cuenca junto a Gabriel Sopeña y Jaime Stinus, aunque el espectro de aquel espectáculo enlatado ahora en cedé y deuvedé incorporaba temas de la discografía de Loquillo que encajaban con la filosofía a presentar. Así, junto a las nuevas canciones basadas en la producción de ese álbum se unían aquellas nutridas de otros poetas sobre los que el cantante ya había trabajado en discos como “La vida por delante” (1994) y “Con elegancia” (1998), añadiendo temas provenientes de otras aventuras de fuerte calado intelectual como la banda sonora del documental “Mujeres en pie de guerra” (2005). Ese era el grueso de esos conciertos, ese es el grueso de “Loquillo en Madrid” y podemos añadir que el del Clot ha conseguido confeccionar un nuevo trabajo en vivo al mismo nivel que todos los que acumula, aunque muy diferente.
Hablamos de un directo que se centra en la intensidad mucho más que en el músculo, un espectáculo para escuchar disfrutando de unos preciosos arreglos (sublimes Jaime Stinus y Josu García) y de un Loquillo concentrado en unos temas que precisan de una interpretación rigurosa. El resultado es violento en el sentido de que se trata de emociones en carne viva, de poesía sin límites y cuando el arte corre libre las paredes tiemblan y las ideas también. Pero existe una palabra que jamás debería disociarse de la poesía, y esa es diversión. “Loquillo en Madrid” tiene peso intelectual, pero resulta ameno, entretenido y… ¡divertido! Ahí está el nexo con el rock and roll y el pasado de Loquillo, no hay que ser un «connaisseur» para disfrutar de la obra de un buen poeta o del último álbum de cualquier rockero que al lector se le ocurra, simplemente hay que deleitarse en su propuesta.
Que nadie espere un docto ladrillo, en este directo hay melodía, hermosas guitarras y ganchos musicales. Obviamente esto no es un sudoroso álbum de rock en vivo, sino algo mucho más sofisticado y elegante.
