«Tanta alegría como en Los Bólidos, tanto descaro como Paraíso. Y a partir de ahí pues otros grupos de chicas, punk de fantasía y festival de burbujas vitalistas»
Le Pianc
“Zig-Zag”
SONES
Texto: CÉSAR PRIETO.
Recuerdo una época en que Le Pianc tocaban siempre, quiero decir que en cualquier fiesta a la que te presentaras en Barcelona casi habías de contar con su presencia. Lo solían hacer ya bien avanzada la noche; y su desparpajo, la feroz energía que desplegaban, la elegancia que trasmitían hacían que el cansancio se difuminase. Todo en ellos era desbordante: la multitud de instrumentos en el escenario, las dos coristas, la propia vitalidad de las canciones. Básicamente componían en inglés.
En este segundo disco largo –un vinilo en 10” con código de descarga– algo de ese espíritu continúa. Excepto la lengua –que pasa a ser castellano y catalán– hay momentos en que todo continúa igual. Los gritos de ‘El gran comiat’ como unos B’52’s o unos Pegamoides, el medio twist muy a los 60, claro, que es ‘Trébol de cementerio’ y, sobre todo la pimpante y deliciosa –si se entiende deliciosa como coros a los 80, desfachatez y no te cortes– ‘Pálido’. Tanta alegría como en Los Bólidos, tanto descaro como Paraíso. Y a partir de ahí pues otros grupos de chicas, punk de fantasía y festival de burbujas vitalistas.
Pero con este LP abren otra dirección, porque en ocasiones se presentan más serenos y lúcidos, con letras condenadamente crípticas y músicas enervantes y atrayentes. Un poco en la estela de lo que hacen Los Punsetes. Esa extraña frialdad, guitarras oscuras y definidas. Los acompañan en la tarea ilustres amigos; es posible que Euripidis Sabatis que les compone ‘Transilvania’, Cacho Salvador de Extraperlo que coge instrumentos o Sergio Pérez –de Thelemáticos o Joe Crepúsculo– que les produce propicien estos cambios, el magnetismo de ‘En un sucio motel’ o de ‘Reina de corazones’; pero lo cierto es que se desenvuelven también de maravilla en el mundo del estatismo embaucador.
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