«Soraya si no es un ‘Terremoto’, sí tiene mucho de ‘Huracán’: canta con entrega, con pasión, se mueve en múltiples registros y tiene una de esas voces que llevan impreso el sello gitano»
Lady Gipsy
«Homenaje a Dolores Vargas la Terremoto»
FACTORÍA CHAKATAGA
Texto: JUAN PUCHADES.
¿Dolores Vargas, «La Terremoto»? ¡¿Y esa quién es?! Estas son las preguntas que puede hacerse el lector más joven o el más despistado. Pero si hablamos de ‘Achilipú’, quizá la cosa cambie, pues justo ella fue la cantante de ese cañonazo de rumba pop que le escribió Felipe Campuzano. Pero en el haber de esa gitana valenciana que hoy solo canta en el «culto» y que se inició como cantaora antes de pasarse a los sonidos pop, se atesoran tremendas piezas que desde los años setenta se lanzaban periódicamente en single para goce de bailongos con tendencia a lo racial.
A ella le dedica su estreno la barcelonesa Lady Gipsy, Soraya Cortés, nieta de Selu Pubill (prima y corista de Peret) e hija de Teresiya (con tres singles de rumba catalana editados a su nombre cuando era adolescente), vecina del barrio del Portal, de la rumbera calle de la Cera. Vamos, que lo de Soraya viene con todas las garantías de calidad que ofrece la mejor denominación de origen. Pero, por si no hubiera suficiente, detrás del proyecto, en producción y arreglos, está La Factoría Chakataga, nombre bajo el que se refugia Jack Tarradellas, hijo de Johnny Tarradellas (de los históricos Chipén) y responsable de algunas excelentes y recientes producciones rumberas (Rumba Vella y Rumbamazigha). Definitivo, por tanto.
En todo caso, para los escépticos a los que los árboles genealógicos dejen fríos, confirmemos que Soraya si no es un «Terremoto», sí tiene mucho de «Huracán»: canta con entrega, con pasión, se mueve en múltiples registros y tiene una de esas voces que llevan impreso el sello gitano. Además, este es un disco trepidante, con su mucho de rumba, de funk, de música disco, de soul. Es decir, un disco que mira a los sonidos de los años setenta pero que se planta con sentido en lo contemporáneo.
El repertorio, por supuesto, se nutre del que grabó La Terremoto (con buen criterio se ha obviado el tantas veces releído ‘Achilipú’), con gemas como ‘Macarrones caldosos’, ‘Chirpy chirpy cheep cheep’, ‘Apaga la bombilla’, ‘Se va a Covadonga’ o ‘Anana hip’. Y entremedias, ‘Lady Gipsy’, tema de Jack Tarradellas que sirve como declaración de intenciones de la propia Soraya: «Lo llevo escrito allá en mis venas, / rumba guerrera pa quien la quiera. / Es que en mi barrio son tan rumberos / y le cantamos al mundo entero. / Lady Gipsy, de calle la Cera».
Un trabajo incendiario ideal para poner a bailar a cualquiera y que, desde ya, deben adquirir los coleccionistas de rumba pop, pues lo van a disfrutar con ganas. El dilema a Lady Gipsy se le presentará, en todo caso, cuando prepare el siguiente álbum: ¿seguirá con los homenajes al pasado o buscará repertorio propio contemporáneo? Ojalá se decida por la segunda opción.
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