El disco del día: «La noche de José Antonio»

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«José Antonio Ramos fue uno de los músicos canarios más internacionales. Durante años paseó el timple canario por festivales de todo el mundo y logró para este diminuto instrumento de cinco cuerdas una proyección que iba más allá del circuito local»

Varios
«La noche de José Antonio»
IRINA RECORDS

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

José Antonio Ramos fue uno de los músicos canarios más internacionales. Durante años paseó el timple canario por festivales de todo el mundo y logró para este diminuto instrumento de cinco cuerdas una proyección que iba más allá del circuito local al que estaba relegado, tan vinculado al folclore o la parranda. De forma muy pareja a lo que había logrado Béla Fleck con el banjo, supo dotar al instrumento de una nueva voz propia, capaz de codearse de igual a igual tanto con los grandes del jazz como de la canción tradicional. Antes de su muerte en junio de 2008, José Antonio había compartido grabaciones y/o escenarios con gente de primera, como el mencionado Béla Fleck, Carlos Núñez, Andreas Prittwitz, Javier Ruibal, Polo Ortí, Larry Jean Louis, Jorge Pardo, Kepa Junkera o Javier Krahe, entre muchos otros.

Por estas y muchas otras razones más, se merecía un homenaje en condiciones. El 2 de junio de 2009, algunos de los mencionados –más una impecable banda dirigida por Andreas Prittwitz– se reunieron en el Auditorio Alfredo Krauss de Las Palmas, ciudad natal de José Antonio, para tocar buena parte de su repertorio. Lo loable de la experiencia, unido al buen hacer y motivación de los músicos y a la extraordinaria acústica del lugar lo convierten en una grabación única en su género, que se sobrepone con creces al carácter institucional que conlleva tanto patrocinador político (por otra parte necesario para poder llevarla a cabo).

Y luego por supuesto el repertorio. Quien conoce a José Antonio sabe que no puede haber solo harina de un único molino. No se frenaba ante nada. Tenía profundas ganas de abarcar géneros, de jugar con su propia curiosidad, de no ponerse límites, de no temerle a nadie en esos “tour-de-force” que compartía con los grandes. Y a muchos enmudeció. Aquí suenan con el brillo que da el directo y una dinámica completa y detallista piezas como la modélica ‘La alberca’; ese intrigante ‘Tanganillos’ que desemboca en el rockero celta de ‘Los cuatro gigantes’; ese suculento ’96 to Stafford’ que en su día compartió con Béla Fleck; la emotiva ‘Our Spanish love song’; el flamenco tanguero de ‘Bebe’; los contundentes aires célticos de ‘Swai-swai’; caribeños esta vez con ‘De isla a isla’; la flamenca ‘Agua de barranco’; esa ‘Fúlgida luna’ que Ruibal canta como solo él sabe hacer; esas extraordinarias ‘Folías’; ‘Polcas’; ‘La tía canaria’ (con Kepa Junkera)… Mucho, mucho.
Y salvo excepciones muy puntuales y quizá para realzar aún más su figura, Prittwitz –que vuelve a estar espléndido en los saxos, todo sea dicho– no quiso que esa noche su música fuera tocada con timple. La conclusión era que sus canciones, tocadas sin timple, tenían la misma importancia.

Todo esto y más en este doble CD que incluye también el imprescindible DVD con la grabación completa del concierto.

Anterior disco del día: Mamá.

 

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