«Los productores artísticos de este disco de homenaje con mirada cubana, no han dado puntadas sin hilo y han sabido encontrar la mejor voz para cada pieza»
Varios
«La Habana canta a Sabina»
Sony Music, 2011
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
De Joaquín Sabina, hasta los andares. Esto es objetivo. Así que la mejor forma de acercarse a su música, a su poesía, es la más natural, sincera y abierta posible. «La Habana canta a Sabina» nos ahorra packagings artificiosos y portadas dirigidas al siempre odioso marketing. Quiere destacar el contenido. «Lo bueno, dentro», como clamaba Víctor Coyote.
‘Una canción para la Magdalena’ y Pablo Milanés es la alianza escogida para inaugurar un repertorio breve y bien seleccionado. Diez canciones, nueve en realidad ya que hay dos versiones de ‘A la sombra de un león’. El traje habanero consigue tela del mejor hilo de la Nueva Trova y del fascinante tejido sonero de la isla, acercándose deliciosamente al latin-jazz con la versión instrumental de ’19 días y 500 noches’ por Frank Fernández. ‘Contigo’, en la voz de Jessica Rodríguez en clave de bolero-son, ratifica la universalidad de los textos de Joaquín, por encima de mapas, géneros y estilos. Otra voz femenina, esta vez la de Haydee Milanés, hija de Pablo, añade matices más que interesantes, apasionados, en ‘Que se llama soledad’.
Imanol Ortiz y Jorge Aragón, productores artísticos de este disco de homenaje con mirada cubana, no han dado puntadas sin hilo y han sabido encontrar la mejor voz para cada pieza, provocando encuentros ideales entre coautores del repertorio de Sabina, como sucede con Carlos Varela en ‘Tan joven y tan viejo’. Un trabajo altamente recomendable sobre un genio, con sus vicios y virtudes, como deberían ser todos los genios, autor de un repertorio que nunca dice adiós.
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Anterior entrega del disco del día: Loreena McKennitt.
