«Aunque no sea esta seguramente la intención, el quinto trabajo de Katie Melua es por activa y por pasiva todo un homenaje al gran Mike Batt»
Katie Melua
«Secret symphony»
NAÏVE
Texto: GERNOT DUDDA.
Aunque no sea esta seguramente la intención, el quinto trabajo de Katie Melua es por activa y por pasiva todo un homenaje al gran Mike Batt, cuya Secret Symphony Orchestra –que él mismo conduce– acompaña estas nuevas canciones de la cantante-compositora, y con la majestuosidad que conlleva una grabación en los Air Studios de Londres.
Mike Batt fue compositor de cabecera del sello Liberty a principios de los años setenta y desarrolló una muy fecunda carrera como cantante, productor y compositor. No se puede decir que los números le acompañaran –solo quizás su producción del “Bright eyes” de Art Garfunkel llegó a ser mínimamente tratada en listas–, porque su pop orquestado, tan melancólico y naïf, afanado en arreglos y pionero en el uso del CMI Fairlight, solo cuajó en lugares como Alemania o Australia, donde trabajos como “Waves” o “Zero sero” fueron mucho más considerados, pero fue motivo suficiente para animarle a trasladarse largas temporadas a estos países y organizar allí varios proyectos locales.
En Holanda, por ejemplo, produjo en 1981 a un inexistente grupo de estudio llamado Autopilot que completó una extraña y compleja fantasía catódica de raíz orwelliana cuyo único álbum doble tuvo un considerable predicamento entre los seguidores españoles del pop alternativo del momento: “Rapid eye movements” (curiosamente, unos pocos años más tarde, unos desconocidos muchachos de Athens adoptarían para siempre las siglas R.E.M.). Pero cuando todavía estaba en Londres, a Batt le bastaba con levantar el teléfono para conseguir a los mejores invitados para sus grabaciones: solo en su álbum “Tarot suite” de 1979 participaron nada menos que Rory Gallagher, Roger Chapman, Colin Blunstone, Chris Spedding, Ray Cooper y Mel Collins. Ahí es nada.
Por eso, después de tanto tiempo, verle ahora ejercer de productor y manager de la Melua, y en un disco que lleva el nombre de su propia orquesta, es una grandísima noticia. Por deseo expreso de ella, “Secret symphony” tenía que ser “un disco de cantantes”, una especie de caldero humeante al que pudieran ir a parar sin restricciones canciones de otros que aportaran nuevos alicientes y matices a su interpretación. Nos vemos así con el ‘All over the world’ de Françoise Hardy, el ‘Gold in them hills’ de Ron Sexsmith, el ‘Nobody knows you’ de Jimmie Cox o el ‘Moonshine’ de Fran Healy. Pero despierta también interés saber que hay canciones escritas entre ambos, y así la firma Melua-Batt se puede encontrar en ‘The cry of the lone wolf’ y ‘Heartstrings’.
Y para rematar, ahí están, en toda su grandeza, las propias canciones de Mike Batt: ese maravilloso ‘Better than a dream’ (que tan bien le hace justicia a su forma de concebir las melodías), ‘The bit that I don’t get’, ‘Secret symphony’ y, cómo no, ‘The walls of the world’, deliciosa balada con la que él mismo debutó en 1977 y que ella, 35 años después, canta aquí con mucha, muchísima convicción.
Tendremos ocasión de comprobarlo en directo este verano con la gira que ya hay en marcha en el Teatro Circo Price de Madrid (24 Julio) y Teatre Grec de Barcelona (25 Julio).
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Anterior disco del día: Peter Tosh.