«Canciones con chispa, dignas herederas de Patrullero Mancuso y más aún de El Niño Gusano, no en vano dos de sus componentes son zaragozanos»
Gabriel y Vencerás
«Ácido niño»
GRAN DERBY RECORDS
Texto: CÉSAR PRIETO.
Como cada cierto tiempo nos gusta echar la vista a la esquina y recuperar algún disco que haya aparecido hace algunos meses, pero se haya visto enterrado por otras novedades, segundos antes de que se empiece a acicalar para la «operación rescate». En esta ocasión le toca a un trío afincado en Barcelona de sonoro y envolvente nombre, de esos que no sabes por qué tiene chispa, Gabriel y Vencerás. La misma chispa que poseen sus canciones, dignas herederas de Patrullero Mancuso y más aún de El Niño Gusano, no en vano dos de sus componentes son zaragozanos. El mismo deleite por recrearse en ritmos de juguete, el mismo surrealismo costumbrista y burlón, la misma falta de prejuicios.
Son eso sí, musicalmente, más cercanos al noise, más distorsionados, de tal forma que ‘Dionisio’ parece estar interpretada –conscientemente– con el grupo tocando en la habitación de al lado. También resultan más lacónicos en las letras, véase ‘Morir de risa’, por ejemplo; pero sobre todo se apartan de los grupos de Sergio Algora por los a veces largos desarrollos instrumentales, canciones que ascienden y descienden, que se estructuran como pequeñas sinfonías de pop ácido y arrebatado, paisajes abiertos en ‘Guante’ o ‘Gemelo negro’.
Dos momento se van sucediendo en el desarrollo, en principio más reposado, que poco a poco toma carrerilla; ‘Necrológicas’ –el sexto corte– ya es toda una declaración de principios de pop psicodélico y delirante, desquiciada en sus ritmos volubles y en sus arreglos de viento; y cuando llega la siguiente, ‘Papel o soga’, el disco ya ha adquirido fuerza, cuerpo, cromatismo. Apenas llevaban una maqueta Gabriel y Vencerás, pero con el primer disco ya demuestran soltura, ideas y personalidad y apuntan a un futuro más que prometedor.
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