«Su fértil capacidad para idear melodías brillantes, su exquisito sentido de la armonía, su voz singular y sus finas letras lo sitúan en ese lugar especial donde habitan los elegidos»
Fabián
«Después del incendio y otras cosas así»
LA VIEJITA
Texto: JUAN PUCHADES.
«Tenías planes / auténticos planes, / ¿dónde se perdieron?». Estos versos (extraídos de ‘Planes, auténticos planes’) podrían servir para definir el actual estado de la carrera musical de Fabián: Tres discos, dos en compañías minúsculas, este nuevo autoeditado en un sello creado por él mismo junto a Manolo Tarancón; con serias dificultades para darse a conocer, sin manager. ¿Se perdieron los planes? Por el momento parece que, cómo mínimo, se están resquebrajando, que la generación de cantautores más prometedora surgida en el último decenio (representada por Fabián, Tarancón y Alfredo González) se está golpeando contra el muro de una realidad terca y oscura. Ellos (y tantos otros músicos, de distintas estéticas y edades), sí que están pelando a la contra, dándose de lleno contra las dificultades de haber surgido con el edificio ya caído, sin encontrar ese refugio seguro que es contar en los inicios de tu andadura con el apoyo de una disquera profesional que te dé alas, que apueste por ti, que te promocione, que logre que te hagas con una base sólida de seguidores. Por el momento, ahí siguen, tratando de adaptar los planes a una inexistente hoja de ruta, a los desaires del obstinado destino. Por ello sorprende que Fabián, el más pop de la triada, sea capaz de aislarse de esa morosa realidad que le envuelve profesionalmente y consiga escribir canciones tan bellas como las agrupadas en esta nueva obra, defendiéndose, como canta en la misma canción citada, «de las ráfagas de viento».
Ciertamente, Fabián, ajeno a todo, teje canciones de enorme sensibilidad pop, mientras continúa creciendo como compositor, con excelentes ideas, en las que se cuelan ecos Beatles, pinceladas del rock estadounidense pero logrando procesarlas para que resuenen netamente hispanas, eso tan difícil pero que echa raíces en una tradición que pasa por gente como CRAG, Cecilia, el primer Hilario Camacho y todos aquellos cantautores adscritos a la siempre malparada Tercera Vía. Fabián, no hay duda de ello, es en estos momentos uno de los compositores e intérpretes más originales e imprescindibles del pop español, aunque pocos parezcan saberlo y a menos aún les importe algo. Su fértil capacidad para idear melodías brillantes, su exquisito sentido de la armonía, su voz singular y sus finas letras (en este disco con muchos guiños a esa generación, entre los veintitantos y los treintaipocos, cargada de preguntas sin respuesta, de dudas razonables frente a la mierda de mundo que les hemos dejado los mayores) lo sitúan en ese lugar especial donde habitan los elegidos, donde la música parece nacida solo para conmover al oyente, para atraparlo irremediablemente: Darle al play cuando el disco termina es natural e inevitable. Una y otra vez.
Por si no hubiera bastante, Fabián ha logrado hacer del estudio un espacio para la investigación: Él y su fiel Yuri Méndez le sacan los colores a mucha producción profesional de esas que nos echamos a la oreja (ni que decir a esos montones de discos indies que parecen mezclados y masterizados en la cocina de casa, entre bocadillos de Nocilla y risas tontas). Ambos se están destacando como unos sublimes artesanos del estudio, y las supuestas carencias hijas de la pobreza de medios se suplen con imaginación, creando capas sonoras que envuelven al oyente son sus guitarras magnéticas, con sus sugerentes voces dobladas, con detalles (¡esas cuerdas en ‘Oh, María’!) que se enredan en las canciones, que por momentos parecen sobrevolarlas, pues esta es una producción que, de tan vaporosa, tiene algo de etérea.
¿Algunas canciones? Todas puntúan en el notable alto, pero, sobresalientes, ahora mismo, a uno le parecen, ‘Piedras’, ‘La huida’, ‘Oh, María’, ‘Planes, auténticos planes’, ‘La primera canción’. Mañana serán las demás.
Nota: «Después del incendio y otras cosas así» todavía no está disponible en tiendas (está teniendo serias dificultades para ser distribuido), pero puedes comprarlo por correo desde la web de Fabián.
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Anterior entrega del disco del día: «Neurotic reactions 2. 16 Obscure mod smashers 1965-1970».