El disco del día: Elvis Costello & The Imposters

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«Costello corrobora que está en un momento artístico magnífico, que es uno de los grandes ‘entertainers’ del ‘show business’ y uno de los mejores compositores de la historia de la música popular»

Elvis Costello & The Imposters
«The return of the spectacular spinning songbook»
UNIVERSAL

 

 

Texto: ÀLEX ORÓ.
 

¡Qué levanten el dedo todos aquellos lectores de EFE EME que hace unos meses se gastaron 200 euros en la adquisición de la edición “box set de luxe” de “The return of the spectacular spinning songbook»! Mmmm… lo temía, nadie creyó que valiera la pena desembolar tal cantidad en una caja que incluye un cedé de 16 canciones, un deuvedé de 19 (algunas coincidentes con el disco compacto), un vinilo de diez pulgadas y un libro que recogen algunos de los mejores momentos de los conciertos que Costello dio en mayo de 2011 en Los Ángeles. Para estos eventos, Costello recuperó una rueda de la fortuna que utilizó en la gira de 1986 y en la que, en lugar de premios, había el repertorio que podía tocar la banda esa noche. Un espectador/a elegido al azar hacia girar la rueda, ésta se detenía en una canción, Costello y los suyos la ejecutaban y se armaba un cachondeo monumental.

Afortunadamente para la mayoría de mortales, Universal ha editado una versión económica de “The return of the spectacular spinning songbook”, que se abre con ‘I hope you are happy now’, del LP “Blood and chocolate” (1986) para atacar rápidamente ‘Heart of the city’, de Nick Lowe, y los clásicos ‘Mistery dance’ y ‘Radio, radio’. En este primer tramo del concierto, en el que todavía no interviene la ruleta, sorprende la fuerza sonora de The Imposters, el trío que acompaña a Costello y que está integrado por el bajista Davey Faragher, el batería Pete Thomas y el teclista Steve Nieve, los dos últimos miembros también de The Attractions, la primera banda de MacManus (apellido real de Costello). Destaca sobremanera el hiriente liderazgo sonoro de Nieve con su viejo órgano Vox Continental, que consigue que, en algunos momentos, Costello y los Imposters suenen como una banda de garaje de los sesenta. A partir de ese momento, el público comienza a participar directamente del show. En el deuvedé se aprecia mucho mejor el jolgorio. Una azafata/go-gó escoge a un miembro del público que sube al escenario hace girar la ruleta y se queda en el escenario a bailar con la moza. El problema lo tienen a los que les toca alguno de los temas lentos como ‘God give me strength’. Uno de los momentos más brillantes del espectáculo es cuando entran en escena Susanna Hoffs y las Bangles para interpretar una brillantísima versión de ‘Tear off your own head (It’s a doll revolution)’ para convertirse después en go-gós  y coristas  de una rabiosa versión de ‘Out of time’, de The Rolling Stones.

No faltan en el concierto temas clásicos del cancionero costeliano como ‘Wathing the detectives’, ‘All grown up’, ‘Man out of time’ y ‘(What’s so funny about) Peace love and understanding’. Entre los temas más recientes están, por ejemplo,  ‘National ransom’. En el deuvedé se pueden ver también canciones no incluidas en el disco compacto como ‘Alison’, ‘Uncomplicated’, ‘Clubland’ o ‘Jimmie standing in the rain’. Viendo las fotos de la ruleta incluidas en el libreto, a servidor se le ponen los dientes largos leyendo los títulos de las canciones que se quedaron fuera del tracklist (como ‘Veronica’, ‘So like Candy’, ‘Brilliant mistake’ o versiones de ‘And your bird can sing’ y ‘Girl’, de The Beatles) y acaba sintiendo una envidia terrible de los espectadores que tuvieron la suerte de asistir al espectáculo. Costello corrobora que está en un momento artístico magnífico, que es uno de los grandes “entertainers” del «show business» y uno de los mejores compositores de la historia de la música popular, aunque su propuesta musical hace años que solo interesa a sus fans de toda la vida y a una inquieta minoría del público internacional.

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