«Rock setentero, metálico, que hunde sus raíces en Black Sabbath con violencia, fuerza e incluso estorismo si atendemos a su mitología»
Down
«Down IV. Part I – The purple EP»
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
No nos vamos a andar por las ramas. Down son un combo de rock setentero, metálico, que hunde sus raíces en Black Sabbath con violencia, fuerza e incluso estorismo si atendemos a su mitología. También es una banda con las ideas claras, inteligencia y una enorme virtud como es ser capaces de conjurar lo arcano de los sonidos duros de la citada década, respirando ese concepto primitivo, pétreo y oscuro. Con el epé que nos ocupa tratan de romper el típico ciclo de producción discográfica, sin atarse necesariamente a un álbum de larga duración, aunque este trabajo sea bastante generoso en minutaje.
«Down IV. Part I – The purple EP» no se aparta de lo que sus seguidores puedan esperar. Es denso, tenebroso y duro, una puesta al día de sonidos en el fondo clásicos. No existe una manera adecuada de escuchar a Down más allá de bucear en ellos, ahogándose un rato, reviviendo al siguiente. Hay que aceptar que con ellos no va a haber medias tintas, que entenderás su grosor, el de un monstruo eléctrico que se arrastra de ciénaga a ciénaga, imbatible en su camino. Hay un misterio en Down, ese extraño esoterismo que tantas bandas de hard rock clásico llevaron como bandera, que se encarna en este metal asilvestrado pero absolutamente real. Dentro de su músculo el cerebro manda, aunque lo que impera es el corazón, las estructuras complejas hablan de músicos con mayúsculas (Pepper Keenan, Phil Anselmo) que hace tiempo se ganaron un lugar en el Olimpo de una generación que no se ciega con prejuicios elitistas que solo conducen a la ignorancia.
Ya lo hemos comentado, no hay una manera mejor que otra a la hora de comenzar a escuchar a Down. Por lo que este nuevo epé supone un inicio tan bueno como otro cualquiera, siempre teniendo en cuenta que el grupo no pondrá fácil la escucha, que plantará arenas movedizas, pantanos musicales y estructuras complicadas. Todo para llegar al fondo de su primitivo latido, allí dónde hay tinieblas extrañas que quizá quieras visitar.
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