«Un disco que seguro está entre lo mejor del año, corre el riesgo de pasar desapercibido. Entronca con la mejor tradición del pop hecho en castellano, ese que tiene vetado ser original y novedoso, pero lo hacen personal»
Desconocidos
«Nuevo plan»
ROCK INDIANA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Desconocidos abordan toda la tradición del pop español en su disco, acuden aquí y allá para buscar referencias y las acoplan, las hacen suyas hasta llegar a alcanzar momentos de suprema belleza. Comencemos por el clímax: ‘Días prestados’ es una soberbia preciosidad, delicada, si este tipo de discos fuera carne de listas sin duda una de las canciones destacadas del año, esas guitarras que sin darse a ver lo sostienen todo, esa voz que en la estela de los Brincos más melancólicos aporta a la vez elegancia y emoción; a cada escucha estremece más. Quizás este sea el problema del disco, que el público al que le podria llegar no conoce a Rock Indiana y los devotos del sello están acostumbrados a sonidos más rasposos, más crudos y sin tanta devoción por las hechuras preciosistas, por el encaje de belleza.
Así, un disco que seguro está entre lo mejor del año, corre el riesgo de pasar desapercibido. Bien es cierto que entronca con la mejor tradición del pop hecho en castellano, ese que tiene vetado ser original y novedoso, pero lo hacen personal, aportan referentes variados y convierten cada canción en tres minutos de emoción y energía, que es lo que se valora en el estilo. Cierto es que hay querencia por Los Secretos en todo el disco, especialmente en ‘Agarrado a ti’, o por las guitarras y estructuras de Nacha Pop en ‘Hoy mejor que mañana’; pero también lo es que llegan a fuentes más desacostumbradas y ‘Defectos personales’ recibe la preciosa herencia de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, e incluso el estribillo de ‘Puesta de mar’ tiene ese caracoleo lírico de El Último de la Fila.
Desconocidos ya tenían un disco en su haber, bastante más básico; en esta su segunda entrega los arreglos son más preciosistas –vease el piano y el violín de ‘De principio a fin’– pero no llegan a estragar la directa precisión de las canciones, cercanas también a Teenage Fanclub o a Fountains Of Wayne, con el plus de que el grupo –con quince años a las espaldas– aún conserva ese espíritu amateur que da calidez al resultado. Esperemos que no pasen desapercibidos, sería sumamente injusto.
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