«Sigue siendo todo igual de estremecedor, en la sensación no hay cambio, pero ya no arrasan a las palabras, las degustan, el costumbrismo se ha convertido en intimismo. Deolinda, esa joven lisboeta ya no sale al balcón y se ha vuelto triste, pero sigue siendo igual de guapa»
Deolinda
“Dois selos e um carimbo”
RESISTENCIA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Cuando hace un par de años apareció Deolinda en Portugal aquí casi ni nos enteramos. Tampoco nos enteramos de su disco de oro ni de la voz luminosa de Ana Bacalhao, plagada de desparpajo y de barrio en la asunción de un personaje ficticio, una lisboeta graciosa y dulce. Los pocos que asistimos a esta epifanía temíamos un segundo disco en el que esta explosión emocional ya no apareciese.
Pues bien, aquí esta ese segundo disco y lo cierto es que Deolinda ya no baja a los bares. Lástima. La pulsión callejera se convierte en dolor de habitación, mucho más intimista, mucho más secreta. Desde luego, sigue existiendo fanfarria, el aire de fiesta mayor en ‘A problemática colocação de um mastro’, la cuadrilla que la acompaña en ‘Quando janto em restaurantes’ o la tarantella que es el single ‘Um contra o outro’, en la que la voz juega a malabares, pero lo cierto es que hemos perdido esa alegría como marca definitoria.
Sigue siendo todo igual de estremecedor, en la sensación no hay cambio, pero ya no arrasan a las palabras, las degustan, el costumbrismo se ha convertido en intimismo, y en el precioso paseo musical que es ‘Entre Alvalade e as portas de Benfica’ la voz canta y suspira al mismo tiempo y la espiral final en que se enreda Ana pone la piel de gallina. Una delicia tan sencilla y natural como ‘Passou por mim e sorriu’, una oda a la sonrisa de un desconocido en que toda la naturaleza participa, sin ningún maquillaje se desgranan océanos. Nuestra Deolinda, esa joven lisboeta ya no sale al balcón y se ha vuelto triste, pero sigue siendo igual de guapa.
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