«Resulta magistral cómo consigue armonizar con voces y personalidades tan distintas, creando una obra que pese a nutrirse de canciones ya editadas, es en realidad algo nuevo. Nuevo y magistral»
Coque Malla
“Mujeres”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
Con cada uno de sus movimientos, Coque Malla pierde y gana. Consigue alcanzar nuevas metas artísticas pero uno siempre tiene la sensación de que el éxito comercial le da absolutamente igual. A parte de su enorme calidad, “La hora de los gigantes” fue un disco que funcionó bien y, pensando en el cada vez más duro mercado musical, debería haberle seguido otro en esa misma línea de rock maduro entre Stones, Dylan y el soul. No fue así. Coque decidió grabar un trabajo triste, oscuro e intimista como “Termonuclear”, hermoso pero áspero y que para nada entroncaba con “La hora de los gigantes”. Para colmo, lo apostilló con una versión en directo grabada en la casa del músico y aún más desnuda. Coque parece regirse unicamente por sus intereses artísticos, lo que se traduce en una autenticidad absoluta. Él sabe hacia dónde se dirige y hacia allí va, beneficiándose no solo él, sino también ese público que gusta de artistas honestos.
Ahora Coque presenta un proyecto que no se puede calificar como “nuevo”. Habría estado bien hacer algo más convencional, volver la vista atrás hacia esas canciones que él sabe que funcionan, pero entonces no estaríamos hablando de él, ¿verdad? La idea de “Mujeres” pude descolocar, desorientar, puesto que no se trata de un típico disco de duetos. Se nutre de colaboraciones vocales entre Coque y varias invitadas femeninas, se basa en canciones ya editadas por él, pero todas están regrabadas y hay un concepto que las une. Y eso es lo que hace de “Mujeres” una obra única por derecho propio, e incluye también su correspondiente grabación en deuvedé. La figura femenina y los misterios inherentes es el leitmotiv escogido.
Vaya por delante que no tiene sentido hablar de invitadas. En “Mujeres”, cada una de las artistas que colabora es parte del resultado, no se trata de un disco de colaboraciones, sino de un trabajo en el que todas las personas que colaboran forman parte de él, contribuyendo a un todo que se condesa en la que podemos definir desde ya como una de las grandes obras de Coque Malla. Y el término obra se debe entender en toda su extensión, porque incluso se trata de un álbum multidisciplinar, en el que tanto Coque como sus colaboradores «interpretan» las canciones. No se trata de cantarlas, sino de interiorizarlas, entenderlas y expresarlas, algo que se consigue en todas y cada una de las canciones, y que emociona y conmueve. “Mujeres” desborda. Desborda la concentración de Jeanette en ‘Una moneda’, desborda la valentía y el arte de Amparo Valle en ‘La carta’, también Leonor Watling en ‘Berlín’… Lo cierto es que toda la música contenida en el disco inunda al oyente con una marea de sensibilidad, tensando y relajando.
No se trata de que Coque sea el actor principal, sino que más bien se trata de su forma de fundirse con cada una de sus colaboradoras, dotando de carne y hueso a esas quimeras femeninas que son todas y cada una de las canciones que ha decidido reunir en esta colección a modo de un guión en el que trabaja distintas parcelas emocionales con el misterio de lo femenino como constante y, más importante, tratando de comprender qué ocurre cuando con ese misterio se choca. Resulta magistral cómo consigue armonizar con voces y personalidades tan distintas, creando una obra que pese a nutrirse de canciones ya editadas, es en realidad algo nuevo. Nuevo y magistral.
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